Por. RAÚL PIÑA
Yalitza Aparicio es sin duda la mujer del momento.
Mexicana por todo lo alto. No hay publicación que no hable de ella, ni reunión de amigos donde inevitablemente se mencione su trabajo en Roma de Alfonso Cuarón y con la que han dado la vuelta al mundo ganando premios y muchos reconocimientos de la prensa y críticos especializados.
La joven actriz de apenas 25 años, se ha visto envuelta en la vorágine de la fama y de la adulación.
Originaria de Tlaxiaco en el estado de Oaxaca, era apenas una docente soñadora que sólo buscaba conseguir su certificación como educadora, cuando la suerte llegó a sus manos.
Acudió a una audición para la película de Cuarón acompañando a su hermana que era realmente quien buscaba un papel en la cinta y fue Yalitza la que se quedó con el personaje.
Suerte de principiante dirán algunos.
Es ahí precisamente a donde quiero llegar.
Yalitza Aparicio- buena actriz sin duda- no ha pasado por los avatares que han tenido que sortear actores y actrices de formación académica y que han talachado haciendo interminables filas para una oportunidad en cine, en teatro, en TV, en radio.
Actores que han leído infinidad de libros y que han seguido métodos como Stanivslasky o Lee Strasberg.
Actrices que han sufrido acoso, que han tenido que renunciar a maravillosos papeles por conservar su dignidad y por respeto al oficio.
No le niego a Aparicio sus talentos, sus habilidades y su excelente trabajo frente a la cámara de cine y mucho menos, su actitud de triunfo y de seguridad frente a la vida.
Lo que me inquieta es saber si en realidad está preparada para este maremagnum de luces, de reflectores, de alfombras rojas y de portadas en Vogue portando atuendo de Gucci y de Louis Vuitton. Claro que tiene derecho como todas. Pero, ¿está lista para el candelero y acaso también para la caída?
La fama se sostiene con trabajo y esfuerzo. La fama puede también ser peligrosa y efímera.
Le deseo mucho éxito.
Pero no sabemos quién la asesora para no subirse al kilo de tortillas y marearse allá arriba.
Hace un par de días, tuvo cuatro eventos en el mismo día. Cámaras, reporteros de México y de todo el mundo pidiendo, exigiendo unas palabras y de pronto una mujer que se dice ser su “publirrelacionista” dijo que ¡NO! Que Yalitza ¡no iba a dar entrevistas!
La chava humildemente tomó la palabra y me atrevo a decir, que hasta intimidada estaba. Pudo hablar un poco con la prensa y se excusó diciendo que tenía otro evento y que iba tarde.
Muchos hablan de la discriminación que ha sufrido en las redes sociales al verla portar elegantes trajes de diseñadores carísimos. Dice que la mona aunque se vista de seda y bla bla bla.
Pero la gente que la “maneja” también la discrimina. No la dejan hablar . O sea, no la cree capaz de decir lo que piensa y / o lo que quiere decir de propia voz. La visten como se les da la gana y la jalan de aquí para allá como decía mi abuela – y sin que se enojen otros- como animal de circo.
Todo esto me recuerda a Susan Boyle una finalista de Britain´s Got talent y que saltó a la inmediata fama después de cantar I dreamed a dream de “Los Miserables”. Una mujer sencilla de un municipio de Escocia que no conocía más que vivir con sus perros y saludar de vez en vez a sus vecinos. Alguna vez confesó que nunca había sido besada a sus 56 años y que nunca había tenido novio.
¡Fama, luces, reporteros!
Lo mismo que Yalitza. Susan Boyle tuvo que renunciar a su carrera porque entró en una etapa de depresión, de estados de pánico y de ansiedad.
No era su mundo, no estaba acostumbrada a la fama ni a tanta gente cerca de ella. Sufrió y sigue sufriendo.
Yalitza Aparicio tuvo la fortuna de conocer a Alfonso Cuarón y dejarse dirigir por él.
La cámara la ama, la acaricia, la bendice y la proyecta.
Todos han puesto sus más significativos sueños de triunfo en ella. ¡Claro, es Mexicana! La queremos y la admiramos.
Queremos más de ella. Que se repita el éxito. Que demuestre que puede más que lo que ya hizo.
Sin duda fue tocada por la varita mágica de las hadas. Sin duda tiene un gran compromiso con los que confían en ella y la adulan.
Espero que esté bien asesorada y que alguien le explique de qué se trata todo esto.
Yalitza Aparicio es el sueño que persiguen muchas niñas y mujeres mexicanas y ojalá que el éxito la acompañe siempre.
Hay un dicho que usan mis amigos venezolanos y que dice que quién no ha pisado la piedrita no sabe lo que es la vida.
Se refieren a la piedrita que está a la mitad del río caudaloso. Esa piedra es la que si la pisas, te puede salvar o por lo resbaladiza, te puede hacer que caigas y te lleve la corriente.
Yalitza, aún no ha pisado la piedrita de la fama.