POR SANDRA VIVANCO
Un 14 de septiembre de 1813, con el inicio de sesiones del Congreso de Anáhuac, en Chilpancingo, el Generalísimo Don José María Morelos y Pavón, presentó uno de los documentos más importantes de nuestra historia, los Sentimientos de la Nación, preámbulo de la primera Constitución Mexicana aprobada el 22 de octubre de 1814 en Apatzingán, Michoacán.
Rechazó ser tratado como Su Alteza Serenísima y se auto nombró el Siervo de la Nación.
En este 2018, después de 205 años, un hombre de 39 años, “pandillero” y “tatuado”, (referencias usadas en las redes sociales de quienes lo descalifican), logra ganar una diputación de mayoría relativa en distrito VIII de San Luis Potosí, es líder del Movimiento Popular Juvenil en esa entidad y en redes sociales pide el apoyo a su banda, ofreciendo no olvidarse de nadie, que seguirá siendo “el Mijis” que todos conocen, y a quienes no le conocen pide no lo juzguen y concluye refiriendo sobre sí mismo: “yo solo soy un siervo de la nación”.
Pareciera insignificante esa denominación, sin embargo encierra la vocación de servicio que los mexicanos necesitamos de nuestros representantes populares.
En el caso de El Mijis, su incursión en la política, quizá accidentada encierra una intención interesante, busca que los chicos banda dejen de ser discriminados por su apariencia. En sus actividades del movimiento que dirige ha conseguido conciliar a bandas antagónicas en su entidad, lo que conlleva a pacificar determinadas zonas de conflicto.
Lo lamentable del caso, es la reacción de la sociedad. Por qué consideramos que los cargos de elección popular son solo para algunos y que esos, deben de tener determinadas características físicas. Espanta el hecho de su poca preparación académica, que sin duda será aminorada con un grupo de asesores expertos, pero no centramos nuestra atención en sus propuestas cuando arribe al Congreso local.
No podemos ser exigentes con algunos y condescendientes con otros. No debemos crear mayores requisitos que los que establece la ley para ser candidato y en el caso, no se exige determinada instrucción académica.
Evidentemente lo idóneo será siempre que lleguen los mejores perfiles, pero no podemos ser indiferentes ante la realidad de la mayoría de nuestros paisanos, no todos cuentan con instrucción escolar. La brecha de desigualdad en México es enorme.
Considero que en este caso debemos observar otras circunstancias: los jóvenes banda existen, deben ser atendidos porque justamente ese es el eslabón más débil por el que se cuela el crimen organizado. Seguramente si ellos se sienten representados, si dejan de sentir que los miramos raro, participaran en la sociedad como todos nosotros. Ahora, por ejemplo, al ver a uno de ellos en política, acudieron a las urnas y le demostraron a Pedro César, El Mijis, que su banda lo respalda.
No tenemos derecho a mirar diferente a aquél que viste distinto, tatuado o que no tiene las mismas oportunidades, es uno de los nuestros, es mexicano, un ciudadano con plenos derechos político-electorales como cualquier otro. Lo que le permite participar, votar y ser votado.
En la medida en que seamos más incluyentes y no releguemos al que consideramos diferente, seremos una mejor sociedad, podemos entonces considerarnos buenos ciudadanos.
En los muchos mensajes de campañas políticas que vivimos los meses anteriores no recuerdo a ninguno de los políticos de carrera comprometerse públicamente como un siervo de la nación, esa frase encierra una gran responsabilidad y no cualquiera quiere asumirla. Porqué en lugar de criticar a Pedro César, mejor mostramos admiración por los logros alcanzados con los chicos banda y con las pandillas de su estado, que han sido reconocidos por organizaciones internacionales.
Disminuir la violencia, integrar a la juventud que se ha desviado al oscuro mundo de las drogas es trabajo arduo, las instituciones, el gobierno local y federal se ha visto rebasado en la intención de rescatar a los jóvenes, si alguien lo está haciendo y logró también llegar al Congreso del estado de San Luis Potosí, celebremos y no dejemos salir al fantasma de la discriminación.
Pedro César Carrizales Becerra, diputado electo por el distrito VIII de San Luis Potosí, tu banda te respalda.
Sandra Vivanco Morales. Twitter: @SandraVivanco13 Facebook: Sandra Vivanco Morales | Web: https://sandravivanco.wordpress.com