La fama es difícil de detener o esquivar cuando viene directa. Hay fama buena y fama mala. El estado de Jalisco está repuntando a nivel internacional, pero no hablamos por símbolos como el mariachi, el tequila, las Chivas, Vicente Fernández o el “Canelo” Álvarez, no. Es la desaparición de personas y la violencia.
En los últimos cuatro años suman 14 mil 19 desapariciones, de acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos estatal. Ya ha sonado mucho el tema de los tres italianos que fueron vistos por última vez en Tecalitlán, quienes supuestamente se establecieron en México para llevar a cabo “actividades comerciales”, de acuerdo con autoridades jaliscienses.
En este caso se ha descartado el delito de secuestro, pero la pregunta es ¿dónde están? … hasta en un partido de futbol en Nápoles y otras ciudades de Italia, la gente se manifestó contra el gobierno mexicano por la deficiente investigación para encontrar a los extranjeros.
Otro reciente asunto serio es la detención de 18 miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, quienes presuntamente están relacionados con el secuestro y asesinato de tres integrantes de la Agencia de Investigación Criminal, en Xalisco, Nayarit, entidad colindante con el estado en cuestión.
Y lo peor, entre los responsables aprehendidos se encuentran policías, de quienes se dice brindaban protección al grupo criminal. Pero ante estos hechos, necesitamos voltear a ver los pocos resultados que nos han ofrecido los gobiernos locales y federal. Es inverosímil escuchar que la PGR está más concentrada en descubrir la triangulación de empresas fantasma de un candidato presidencial (en pleno periodo de campañas), que en inmovilizar de golpe a la criminalidad que va en aumento cada día en lugares como Jalisco o Guanajuato, por ejemplo.
Es preocupante, algo está fallando en la estrategia desde la Secretaría de Gobernación, y no es de ahora, es de meses antes cuando a la cabeza se encontraba Miguel Ángel Osorio Chong (quien busca ahora una posición legislativa). Hoy con Alfonso Navarrete las cosas no han cambiado mucho, quizá va hasta en picada porque lo pusieron al volante cuando el camión está por estrellarse. Las ejecuciones continúan día a día, son la noticia que ocupa las páginas de los periódicos, espacio en la red, y tiempo en televisión y radio. Hay que reconocer que los aspirantes presidenciales han logrado atraer la mayor atención de la gente, y por lo tanto de los medios.
Jalisco debe ser atendido inmediatamente, no es posible seguir disfrutando de la película sobre la contienda entre los candidatos, cuando la verdadera disputa por las plazas del narcotráfico y las consuetudinarias desapariciones de personas en México, son ignoradas por los encargados de mantener el orden. Por si usted no lo sabía, Jalisco se encuentra en el tercer lugar nacional en la desaparición de personas. De los 125 municipios del estado, en 112 buscan a sus familiares.
La fama de Jalisco por su cultura y tradición se mantendrán toda la vida, el próximo presidente sólo tendrá seis años para erradicar lo que lastima a la sociedad. Sólo es cuestión, opino yo, de enfocar los esfuerzos a las regiones que están siendo olvidadas y descuidadas por las actuales administraciones.
Atalo Mata Othón. Egresado de la escuela de periodismo Carlos Septién García. Tiene 19 años en el ejercicio del periodismo. Conduce noticiarios en Excélsior TV y es profesor universitario.