El cáncer de mama continúa siendo una de las principales causas de muerte en el mundo. Para enfrentarlo, la doctora Karla Juárez-Moreno, investigadora del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) de la UNAM, trabaja junto a otros investigadores en el desarrollo de nanopartículas funcionalizadas capaces de dirigir fármacos de manera precisa a los tumores.
Esta investigación representa un avance relevante hacia tratamientos oncológicos menos invasivos y más eficaces.
Aunque los tratamientos tradicionales como la quimioterapia y la radioterapia han logrado avances importantes, sus efectos secundarios siguen representando un gran desafío para la calidad de vida de las pacientes. Estos tratamientos, al actuar de forma generalizada, no distinguen entre células sanas y cancerígenas, lo que provoca daños colaterales en diversos órganos y sistemas del cuerpo.
Ante esta problemática, los nanomateriales han emergido como una alternativa innovadora y prometedora en el ámbito médico. En particular, el uso de nanopartículas funcionalizadas ha abierto nuevas posibilidades para desarrollar terapias más específicas y efectivas contra este tipo de cáncer. Estos nanomateriales pueden ser diseñados para actuar como vehículos inteligentes que transportan fármacos directamente a las células tumorales, minimizando los efectos secundarios y mejorando la eficacia del tratamiento.
Entendiendo el desarrollo de nanopartículas
En los últimos años, la doctora Juárez-Moreno, investigadora del CFATA, ha trabajado en colaboración con colegas del mismo centro y de instituciones internacionales en el desarrollo de nanopartículas funcionalizadas de plata y sílice mesoporosa para combatir el cáncer de mama.
Juárez-Moreno explicó que funcionalizar una nanopartícula consiste en modificar químicamente su superficie para dotarla de nuevas propiedades biológicas.
“La idea de hacer estas modificaciones es justamente permitir que las nanopartículas adquieran nuevas propiedades y puedan ser dirigidas a ciertos tipos de tejidos o, en este caso, a células cancerosas”, agregó.
¿Cómo actúan estas nanopartículas en el cáncer de mama?
Esta funcionalización es fundamental, ya que en ciertos tipos de cáncer de mama las células tumorales presentan una mayor cantidad de receptores en su superficie de lo habitual. Estos receptores funcionan como puertas que permiten la entrada de determinadas sustancias a la célula. Un par de ejemplos son el estradiol y el ácido fólico. Algunas células cancerosas aprovechan estas sustancias para estimular su crecimiento, por lo que incrementan la cantidad de receptores específicos para captarlas en mayor medida.
Una de las principales ventajas de esta tecnología es que permite concentrar el efecto del fármaco en el tumor, reduciendo los efectos secundarios comúnmente asociados a terapias convencionales como la quimioterapia o la radioterapia.
“Los fármacos antineoplásicos actúan de forma generalizada en todo el cuerpo; dañan no solo a las células cancerígenas, sino también a las células sanas”, explicó la doctora Juárez-Moreno, investigadora del CFATA, UNAM.
Este efecto generalizado explica síntomas como la caída del cabello o el debilitamiento del sistema gastrointestinal durante el tratamiento. En contraste, las nanopartículas funcionalizadas pueden funcionar como cápsulas o “nanovehículos” capaces de transportar el fármaco directamente hacia las células tumorales.
La investigadora lo explicó con una analogía:
“Es como cuando uno entrega un paquete: la caja sería el nanomaterial, el contenido es el fármaco y el estradiol o ácido fólico serían como la etiqueta con la dirección. En lugar de que cualquier célula lo reciba, se sabe exactamente a dónde debe ir ese fármaco”.
Además, esta tecnología permite aprovechar efectos sinérgicos entre la nanopartícula y el fármaco.
Plata y sílice mesoporosa en tratamientos experimentales
Juárez-Moreno profundizó en los recientes trabajos de investigación en los que ha colaborado. En el primero, en el cual también participaron María Rivera (Universidad de California), Ernestina Castro Longoria (Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California – CICESE) y Rafael Vázquez-Duhalt (CFATA), se emplearon nanopartículas de plata combinadas con tamoxifeno, un fármaco que imita la estructura del estrógeno y actúa específicamente contra ciertos tipos de cáncer de mama.
Los investigadores encontraron que estos dos compuestos, usados conjuntamente en modelos celulares in vitro, eliminaron las células cancerosas de forma más eficaz que cuando se emplean por separado. Además, esta combinación logró:
- Reducir la capacidad de las células cancerosas para moverse y diseminarse.
- Aumentar el estrés oxidativo intracelular, provocando su muerte (apoptosis).
- Incrementar la producción de radicales libres (ROS), que dañan las células tumorales.
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