Por. Gilda Melgar
X: @gintly
Hace unos años cayó en mis manos un libro que hoy considero una “biblia” para los entusiastas de la escritura, el arte y lo creativo. Se trata de El camino del artista (The artist way, 1992), escrito por Julia Cameron, quien nos invita a conectar con el artista que llevamos dentro a través ejercicios, tareas y estas dos herramientas:
“Páginas matutinas”. Consiste en escribir diariamente tres páginas —durante tres meses seguidos—, Anotando en una libreta todo lo que venga a la mente. Las he realizado en tres ocasiones distintas, por lo que la recomiendo ampliamente.
“La cita con el artista”. Una actividad semanal para tener un tiempo a solas (mínimo dos horas) e inspirarse, sin importar cuál sea nuestro trabajo o profesión. Una herramienta especialmente valiosa para aquellos que tienen un trabajo rutinario o poco retador en términos de creatividad, así como para los que padezcan un bloqueo artístico.
Esta vez quiero ahondar en la segunda herramienta, ya que es algo que llevo a cabo desde que leí el libro de Cameron y tengo estos apuntes al respecto.
Antes de agendar “La cita con el artista” es necesario preguntarse: ¿Qué me gusta? ¿Qué me llena de vida? ¿Qué me energiza? Pues la tarea elegida debe realizarse con gozo, nunca por obligación. Tampoco es necesario hacer algo de “artistas”, como pintar o esculpir. Basta con que sea algo lúdico o relajante.
Por ejemplo, dar un paseo en la naturaleza, andar en bicicleta, tomar un taller de joyería o cerámica, visitar una librería o biblioteca temática, oler perfumes o velas, conocer tiendas de diseño con artículos elaborados por artistas locales y, por supuesto, visitar museos o ver exposiciones temporales.
La cita con el artista no implica necesariamente un gasto. En domingo, los museos son gratuitos; caminar por un parque, también lo es. Si le gusta cocinar podría experimentar un con platillo distinto a los que acostumbra. O, quizás, emular un plato de alta cocina en casa.
En la época del encierro por la pandemia, en mi familia realizamos viajes culinarios a Italia, Argentina y Grecia. Todo el proceso fue divertido, desde buscar las recetas, preparar los alimentos y hasta hurgar en mapas y fotografías del lugar en cuestión. En mi caso no fue una actividad personal, pero puede ser un encuentro único con el artista “chef”.
Lo importante de la cita es llamar al asombro. Salir de lo conocido. Abrir la mente y el espíritu a posibilidades nunca exploradas. Es abrazar nuevas oportunidades.
Ahora que es temporada de vacaciones quizás este plan sea un poco difícil para los que aún tienen hijos pequeños, pero igual les dejo cuatro ejemplos de una “cita con el artista”.
Recuerda que es un tiempo por ti y para ti, llueve, truene o relampaguee. Hay que ir solo, sola, solitos.
1) Una “Noche de museos”
La cita anual con horario nocturno a los museos de la CDMX será el próximo miércoles 30 de julio. Consulta https://www.facebook.com/
En la mayoría de los casos, la entrada será libre, pero otros ofrecerán talleres con costo. Actividades destacadas: “Gala de ópera” (Museo de la Basílica de Guadalupe); “Decora tu tequila” (Museo del Tequila y el Mezcal); Recorrido “¿Qué animales habitan en la colección del Soumaya?” (Museo Soumaya).

2) Librerías temáticas
“Exit la librería”, especializada en arte contemporáneo en “todas sus vertientes y temas”. Libros de arte, ensayos y teoría en arquitectura, estética, diseño, cine, teatro y música. También cuentan con un gabinete de fotografía para adquirir obras de artistas reconocidos. https://www.exitlalibreria.
3) Un paseo en la naturaleza
El “Jardín Botánico de la UNAM”. Si aún no lo conoces, te has perdido de un paseo indispensable para admirar la diversidad vegetal de México y respirar literalmente otros aires aun dentro de la ciudad. La sección de cactus es alucinante y el estanque de nenúfares, también.
Tercer Circuito exterior, S/N. Ciudad Universitaria, Coyoacán.
Ciudad de México. C.P. 04510
Lunes a viernes de 9:00 a 17:00 h. Sábados de 9:00 a 15:00 h.
Cerrado durante los periodos vacacionales universitarios. Reabre el 28 de julio.
Entrada gratis.

4) Experiencia sensorial
El centro de la CDMX guarda una joya llamada “Museo del Perfume” (MUPE -@mupemx), en el que no sólo apreciarás la evolución histórica del perfume o la exhibición de fragancias “vintage”, sino que también podrás tomar un taller para crear tu propio perfume o colonia. El año pasado elaboré ahí mi “Agua de colonia floral” con la guía y la explicación teórica previa para prepararla. Como en todo museo que se precie, a la salida hay una tienda con perfumes y souvenirs a la venta, entre ellos el “Nardo Mexica” con notas de chabacano, nardo mexicano y sándalo, flor endémica nacional, totalmente embriagadora.
Otra opción es visitar una tienda de perfumes nicho como “My Scent Journey”, en la Nápoles (Alabama 41), un local precioso que ofrece marcas de autor de todo el mundo y hace honor a su nombre con aromas increíbles e inesperados. Puedes entrar sólo a oler y a conocer su oferta. Su propietario dice: “Aquí no vendemos perfumes, vendemos experiencias”, y es que cada frasco cuenta una historia olfativa que puede llevarte al pasado o aun sitio en particular. Una vez olí “Tokio” de la marca Gallivant que lleva notas de yuzu, wasabi y ciprés Hinoki e inmediatamente me transporté a una tarde de octubre por el barrio de Shinjuku.
Elijan una de éstas o creen su propia cita con el artista y ya me cuentan.