Por. Berenice Sevilla
Desde el encierro al que fuimos obligadas y obligados en 2020, emergieron las vivencias, temores y ausencias de doce mujeres que se atrevieron a pasar de lo inimaginable a lo tangible, y llevarlas a la letra.
Reunidas en la colectiva feminista Somos Disruptivas, estas doce autoras vieron cinco años después de ser parte de un taller de escritura, ya con las heridas lamidas y los tragos amargos digeridos que dejó el COVID-19, a su primera creación bajo el sello Mi Niña Editorial: Querido 2020: La pandemia que me habita, letras desde el encierro.
Vía remota, esta red intergeneracional compartió saberes y aprendizajes, técnicas y dudas para dar rienda suelta al “sueño que se tenía desde niña” de ser escritora, o al acto de justicia para las ancestras que no tuvieron el privilegio de saber escribir e incluso, exponerse y reafirmarse para ser parte de la historia.
Cada texto “contiene lo que le dijimos al 2020, lo que vimos desde nuestras ventanas, lo que significó para cada una de nosotras no tocarnos, vacunarnos y el uso del cubrebocas”, explicó Anilú Zavala, titular de Somos Disruptivas.
En el Faro Cosmos de la Ciudad de México, que sirvió para presentar la compilación de vivencias y sentires, la también gestora, promotora y capacitadora independiente de proyectos culturales, sociales y de género, llamó a “leer a mujeres” porque ello “también es un acto político”.
Y es que de acuerdo con Zavala Alonso, las mujeres son 30% menos leídas y publicadas que los hombres.
“Publicar es un acto político y ésta es una apuesta política y de vida sobre la importancia de que las mujeres publiquemos y, que mejor que hacerlo juntas, tratando de solventar los obstáculos a los que aún nos enfrentamos para publicar.
“Cada vez que tu escribes te desnudas y eso resulta siempre muy, muy estremecedor (…) Todo lo que escribimos es autobiográfico y parte de la escritura del yo”.
Su nombre plasmado en un libro
Luego de expresar sentirse honrada por formar parte de este proyecto, Carmen Trejo señaló que al verse como autora de este libro, cada vez más crece el deseo de escribir “en la medida que se vuelve algo tangible, que además huele, se puede oír, sentir y escuchar en el momento en el que compartimos con otras personas las letras que están aquí”.
Al sentirse una sobreviviente de la pandemia, Gilda Melgar agradeció a Anilú Zavala por arroparla en este proyecto llevado al papel, pues a pesar de publicar sus textos de manera digital desde hace diez años en la revista Mujer es Más, el ver su nombre en un libro “es un regalo muy grande”. “Mi manera de haber transitado la pandemia, va a quedar aquí plasmada para siempre”.
Para Sarahí Franco haber participado como autora en Querido 2020 “fue completamente inesperado”, pues el proceso de la publicación la llevó a pensar hasta en un anonimato y un seudónimo, porque cada una de sus líneas “llevan parte de su intimidad y de su vida cotidiana”.
“En aquella época en la que se respiraba incertidumbre y sentía una especie de nube de muerte arriba de mi cabeza todo el tiempo, escribir acompañada por las compañeras me hacía olvidar un poco el miedo a todo eso, me hacía sonreír”.
En su oportunidad, Angélica Mancilla, quien dio los toques finales al diseño de la portada, recordó que en aquel 8M prepandemia la marea violeta se vio como nunca antes, de ahí que el taller de escritura de Somos Disruptivas fue el espacio perfecto para bifurcar lo pendiente por decir en medio del encierro.
“Aquel 2020 nos obligó a encerrarnos, a detener la producción, nos hirió tan profundamente que hasta hoy nos sigue doliendo. Es cierto que nunca sabremos, que si de no haber parado en términos de la producción del capital, habría sido posible la materialización de nuestras escrituras. Pero, sí sabemos que algo cambió ese año, veníamos de una manifestación del 8M que había sido impresionante, de reconocer algo que nos hacía mirarnos distintas. El encierro no sería suficiente para callar éstas, en que nos estábamos deviniendo. Anilú, como muchas tantas otras mujeres, supo leer las señales, reconoció nuestra necesidad de encontrarnos y de nombrarnos, denunciar lo que nos sucedía”.
Finalmente Anilú Zavala invitó a todas las mujeres a iniciarse en el mundo de las letras, sin reglas, sin ser trámite un estudio como el de Virginia Woolf, porque hasta en la cocina o el Metro se halla un buen refugio para tomar nota en una servilleta o el celular.
“En muchas de las letras de la escritura de las mujeres, las mujeres nos encontramos en cada letra, en cada palabra, en cada momento mágico que tú lees a una mujer… y entonces una se encuentra todo el tiempo ahí”.
Querido 2020: La pandemia que me habita, letras desde el encierro
“Intento no enemistarme contigo, porque sin importar el coraje, la tristeza, el temor y la impotencia que me inspiras, aquí sigues anclada y haciendo de las tuyas, así que prefiero llevar la fiesta en paz”.
“En medio de la incertidumbre, con el deber cumplido trascenderemos a la historia por intentar preservar la especie”.
MARINA VERA, autora
“Llegaste y me sorprendiste con el alma boba, viendo para otro lado. Abriste la puerta de golpe, entraste de un solo paso sin dudar mientras me ponía las bragas, eras un desconocido y me paralizaste el alma…”.
CAMELIA ROSÍO MORENO, autora
“Abrir la ventana hace que entre un aire distinto al cuarto, parece que la libertad quiere colarse por ella”.
MARÍA MARTÍNEZ, autora
“A través de esta ventana veo vida, veo un respiro, veo más allá del cubrebocas, veo la oportunidad de un nuevo día”.
DOLORES FLORES, autora
“Querido genio… desaparece toda la mierda que genera pestilencia e invade el escenario en el que me encuentro actualmente… Estoy cansada de las tareas impuestas por la amenaza de contagio.
IRIS LÓPEZ, autora
“No es tiempo de reír, pero sí de poner flores en la boca”.
MIRIAM ROQUE, autora
“Al voltear la hoja resalta la nota, trata sobre un cubrebocas hecho con los mejores diamantes del mundo, increíble que un pedazo de tela tenga mayor valor que miles de vacunas…”.
PAULINA BARBOSA, autora
“…transcurre el lunes, luego el martes y los días siguientes, cada uno casi idéntico al anterior, una obra perfectamente ensayada para no caer en errores…”.
GILDA MELGAR, autora
“Nos estabas dando la oportunidad de ahorrar en restaurantes y hacer largas sobremesas en casa”.
GABRIELA FLORES, autora
“Y qué decir de los que sin saberlo estaban próximos a enamorarse…”.
CARMEN TREJO, autora
“¿Estaba a un metro y medio de mí? ¿traía cubrebocas? ¿cuántas gotas de saliva se necesitan para contagiar a alguien?”.