Por. Fernando Coca
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El melodrama mexicano que protagonizó Verónica Castro junto a Rogelio Guerra pudo ser un gran título para esta colaboración, pero, aunque Los Ricos También Lloran, no es igual derramar las lágrimas cuando se pierden miles de millones de dólares por causa propia.
Alguien que ya pide esquina es Elon Musk, el empresario que llegó a México prometiendo instalar una planta de producción de sus autos Tesla, pero al hacer mancuerna con el presidente de los Estados Unidos de plano se echó para atrás y su millonaria inversión nunca llegó a Nuevo León.
Musk perdió 134.7 mil millones de dólares a causa de la guerra comercial emprendida por Donald Trump al imponer aranceles a todos los países del mundo para contrarrestar el déficit comercial de USA con el resto del mundo.
Mientras, en los pasillos de la Casa Blanca se rumora que Musk le pidió a Trump parar ya la guerra de las tarifas, el asesor comercial del presidente Trump, Peter Navarro insulta al dueño de Tesla y le dice que sólo piensa como empresario y ensamblador de autos.
Musk no es el único en alertar los daños que pueden causar las tarifas a los Estados Unidos. Bill Ackman, uno de los más poderosos administradores de fondos y fiel apoyador de Trump, predice “un invierno nuclear económico autoinfligido”, lo que significaría que están viendo que las consecuencias para la economía de los Estados Unidos por los aranceles podrían ser irreversibles y provocar el desplome de esa nación.
Súper millonarios como Jeff Bezos y Mark Zuckerberg han visto que su cartera disminuyó en más o menos 209 mil millones de dólares.
Para muchos analistas la estrategia de Trump no funcionará en el largo plazo. Revertir el proceso de producción global, es decir, que las empresas de Estados Unidos salieran de su territorio para producir sus productos por haber mayor fuerza laboral en el exterior, además de mejor calificada y más barata, no será un proceso ni fácil ni rápido como lo quiere el presidente republicano.
México y Canadá, vecinos y socios de los Estados Unidos aún no tienen todo el peso de las medidas impulsadas por Trump, el TMEC es un escudo que puede dar más protección a ambas naciones si, con el paso de las semanas, la administración de Trump reconoce que hay malestar en los electores estadounidenses que ya salieron a manifestarse en las calles en contra de los colaboradores del presidente, en especial con Musk, y porque la recesión comienza a dar signos en los bolsillos de los contribuyentes.
Quizá las manifestaciones populares no le hagan mella a Donald Trump, pero tal vez las lágrimas de los magnates que están perdiendo miles de millones de dólares en las bolsas de valores hagan recapacitar al presidente. Las pérdidas no solo pueden ser cuantiosas, sino que podrían desencadenar una crisis interna y mundial de pronóstico reservado.
La Letrina. China está dispuesta a jugar con las reglas de Trump. Veremos qué reacción hay hoy tras la imposición de tasas de más del 100 por ciento. El coletazo del dragón puede adelantar los peores pronósticos para el mundo que tendría recesión, hiperinflación y desempleo como pocas veces hemos visto.