Por. Ivonne Melgar
La determinación de desechar la solicitud de desafuero contra Cuauhtémoc Blanco, tomada por Morena y PVEM el 20 de marzo en la Sección Instructora, desencadenó una inédita rebelión entre legisladoras. Al día siguiente, representantes de Morena, PAN y MC llamaron a sus compañeras a marcar la diferencia, cuando el dictamen se sometiera a votación.
El mensaje de que las 251 diputadas podrían ganar en favor de la causa de las mujeres sumó voces el fin de semana. Varias morenistas adelantaron su voto contra el carpetazo, argumentando que el acusado de intento de violación por su media hermana Nidia Blanco debía responder ante la justicia, sin escudarse en su fuero de diputado de Morena: la vicecoordinadora de la bancada, Gabriela Jiménez; Magda Salgado, Antares Vázquez, Marisela Zúñiga, Julieta Vences y Mariana Benítez.
Mujeres en Plural, 50 más uno y Las Constituyentes Mx respaldaron el “No están solas, diputadas” y éstas prometían que la denunciante tampoco lo estaba. “Espero que no nos pase como con el nepotismo”, previó el lunes, Noemí Luna, vicecoordinadora del PAN
Y desde el 24 de marzo se avizoró que la rebelión sería sofocada, a juzgar por el sigilo con el que se manejó el coordinador Ricardo Monreal y su escueta declaración al ser interrogado sobre si era posible que ganara la causa de las diputadas: “Hay que esperar a mañana. Cada uno tiene su propio criterio”.
Pero el martes 25, día naranja del mes, destinado a visibilizar las violencias que las mujeres enfrentamos, la asamblea interna de los morenistas se centró en operar el cobijo al exgobernador. En tribuna, los representantes de Morena y del PVEM advirtieron que con un expediente tan mal hecho ninguna denuncia de violencia sexual tendría futuro. “Es una basura lo que nos mandó la Fiscalía de Morelos”, diría más tarde el morenista Hugo Eric Flores, presidente de la Sección Instructora.
Sin imaginar el costo que tendría seguir la línea de Alejandro Moreno, los priistas se sumaron a ese argumento legaloide y, en un acto de impudicia la diputada Xitlalic Ceja, al frente del organismo de mujeres del PRI, subió a tribuna a posicionar. Fue una de las peores imágenes de la sumisión que atestiguamos, la confirmación de que la paridad en el Congreso aún no está al servicio de nuestras causas.
Los del PT, aliados de Morena, pintaron su raya. “Se dice que el diputado (Blanco) va a ir a presentarse a la Fiscalía, ¿con fuero? Pues, con todo respeto, que nos digan cuál quieren que nos chupemos”, ironizó la diputada Lilia Aguilar Gil.
En sus intervenciones, las diputadas del PAN y MC llamaron a sus pares del Verde y de Morena a cumplirle a las mujeres. “Piensen cómo votaría Claudia Sheinbaum si estuviera en este pleno”, sostuvo Anayeli Muñoz, ilusamente.
Ahora sabemos que la Presidenta de México hizo suyos los alegatos que protegieron al futbolista legislador. Y eso explica el hecho de que las diputadas de Morena que el viernes 21 anunciaron que se rebelarían al pacto patriarcal —porque ellas sí le creen a las víctimas—, fueron reemplazadas en tribuna por compañeras que traían su propia consigna de cobijo al inculpado: “¡No estás solo, no estás solo!”.
Al cerrar los posicionamientos, Adriana Quiroz, integrante de la Sección Instructora, en representación de Morena, invitó a Blanco a subir a la tribuna. “Compañero”, le llamó, mientras el ofensivo coro continuaba. “Todo esto que se me está haciendo es injustificado”, expuso.
Indignada, Ivonne Ortega, coordinadora de MC, subió hasta el lugar, pero la escolta femenina morenista escenificó la insólita proclama, resguardándolo: “¡No estás solo!”.
“Después de seis meses la señora presentó esta demanda en mi contra y estoy dispuesto a ir a la Fiscalía sin ningún temor, porque mi conciencia está muy tranquila”, expuso Blanco.
Concluida la defensa del acusado, Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Mesa Directiva, abrió la votación que comenzó a reflejarse en el tablero electrónico, confirmando la derrota de la aplastada rebelión legislativa.
Las del PT le recriminaron a Gutiérrez Luna su pacto con los violentadores, revelando en voz de la diputada Margarita García que era cierto que a Gabriela Jiménez la chantajearon con quitarle la vicecoordinación si no se alineaba. Su voto fue otra de las tristes evidencias de lo lejos que estamos las mujeres de la propaganda de que llegamos todas.
“Qué lamentable que a un posible violentador le hayas dado la palabra (…) te pasas por el arco del triunfo el reglamento (…) Hoy vemos, lamentablemente, cómo por no quitarle el cargo a una diputada de Morena todas se asumen. ¡Qué vergüenza lo que están aprobando en contra de las mujeres! Hipócritas quienes se visten de morado (…) El pueblo las va a juzgar”, increpó la petista, destacada política en Oaxaca.
Frente a los hechos consumados, las de Morena le reclamaron a Blanco haberlas colocado entre la espada y la pared. “Lamento mucho que el diputado Cuauhtémoc Blanco nos haya llevado a vivir esta situación tan bochornosa”, expuso Magda Salgado, quien portaba un cartelito morado con el número 251, en alusión a las que no se unieron.
Porque hubo 291 votos a favor, 158 en contra y 12 abstenciones. Sólo dos legisladoras del PVEM y 22 de Morena votaron en contra, la mayoría de las que se habían pronunciado. Con excepción de Gabriela Jiménez que se abstuvo, Antares Vázquez que no llegó y Mariana Benítez que votó a favor. ¿Y el diputado Blanco? Él votó cínicamente a favor de su exoneración.
El martes negro de las diputadas fue también el M25 de la desvergüenza.