Por. Boris Berenzon Gorn
Las tendencias son fenómenos fascinantes, por sencillos y contradictorios, que reflejan los cambios y movimientos en diversos aspectos de la sociedad. Desde la moda y la tecnología hasta la música y las dinámicas culturales, las tendencias ofrecen un espejo de lo que consideramos “normal”, aceptable y valioso. En el contexto de octubre, mes en el que se celebran importantes eventos y premios que resumen el año, podemos observar las tendencias que han marcado la agenda social y cultural del 2024 y cómo estas influencias moldean nuestra percepción del mundo.
La tendencia es un fenómeno dinámico, impulsado por factores sociales, culturales, tecnológicos y económicos. En un mundo cada vez más interconectado, las influencias culturales se entrelazan, cambian y chocan rápidamente, inquietando nuestras formas y valores humanos desde los centros de poder hegemónico, aquellos que sostienen verdades absolutas que, en realidad, no existen, y certezas escurridizas. Esta interacción entre el centro y la periferia revela un proceso dialéctico: mientras que el centro impone cánones de poder, la periferia presenta alternativas propositivas que enriquecen el tejido social. Veamos tres tendencias del 2024.
- La utopía digital y la IA generativa. La primera tendencia que destaca en 2024 es el auge de la tecnología digital, particularmente la inteligencia artificial generativa. Este fenómeno, que transita del laboratorio a la vida cotidiana, promete transformar nuestra experiencia y creatividad. La rápida adopción de nuevas tecnologías digitales busca conducirnos hacia una utopía de una nueva era, donde la tecnología, y especialmente la IA generativa, se integra plenamente en nuestras vidas. Como señala Norberto Ferrer, esta tecnología no solo amplifica nuestras capacidades, sino que también actúa como un “superyó” moderno que nos invita a ir más allá de los límites del placer. En este sentido, la adopción de herramientas digitales se convierte en una tendencia perentoria que legitima un nuevo enfoque hacia el conocimiento y la creatividad, desafiando estructuras tradicionales y promoviendo una interacción más fluida entre el ser humano y la máquina.
Ferrer, psicoanalista y médico español, lo expresa de esta manera: “El aspecto imaginario del superyó está forjado por todos aquellos imagos edípicos que pueblan el mundo imaginario del sujeto: los censores severos, los tiranos persecutorios, las brujas devoradoras, muy bien ilustrado por las madrastras y los ogros de los cuentos infantiles que tanto emocionan a los niños al sentir interpretados sus sentimientos y fantasías.”
- La vida contemplativa y el placer del ocio. La segunda tendencia es la búsqueda de una vida más contemplativa. ¿Una pregunta social? Desde los encuentros históricos aparece una sociedad donde el éxito a menudo se mide por la ocupación constante, muchos comienzan a discutir esta narrativa. La presión de agendas interminables y la incesante actividad pueden llevar al individuo a un estado de agotamiento. Así, surge un anhelo por integrar la contemplación y el ocio en nuestra existencia.
Johan Huizinga, en su obra Homo Ludens, plantea que el juego es fundamental para la cultura. Esta tendencia resuena en la necesidad de recuperar la capacidad de jugar, de parar y reflexionar, y de encontrar placer en la simplicidad de la vida. La búsqueda de una vida más equilibrada que priorice momentos de pausa y disfrute se convierte en un llamado a redescubrir lo esencial.
- El abrigo de la comunidad. La tercera tendencia refleja una pregunta antropológica, ante la creciente desconfianza hacia las élites, surge el deseo de volver a las comunidades. Este fenómeno responde a la búsqueda de espacios donde las personas puedan compartir percepciones, actitudes e intereses en un ambiente de confianza. En esta nueva economía social, el individuo se siente atraído hacia pequeñas esferas comunitarias que ofrecen un sentido de pertenencia y voz. Este retorno a lo comunitario no solo redefine las interacciones sociales, sino que también puede influir en la forma en que abordamos cuestiones sociales, políticas y éticas. Las tendencias culturales juegan un papel esencial en la formación de opiniones y comportamientos dentro de un colectivo.
Las tres tendencias analizadas —la utopía digital, la vida contemplativa y el abrigo de la comunidad— ofrecen una mirada profunda sobre cómo las influencias contemporáneas están moldeando nuestra forma de vida y percepción del mundo. A medida que avanzamos hacia el futuro, es fundamental reflexionar sobre cómo estas tendencias pueden ser tanto un reflejo de nuestras necesidades actuales como una guía para los retos que enfrentaremos en el próximo año. En este sentido, octubre no solo es un termómetro de lo que ha sucedido, sino una invitación a construir un futuro que integre lo mejor de nuestras experiencias colectivas.
Manchamanteles
La fábula del Alción nos brinda una lección esencial sobre la importancia de la prudencia y el conocimiento. El alción, un pájaro amante de la soledad, siempre vivía a orillas del mar, alejado de los peligros terrestres y de los hombres que podían cazarlo. Un día, buscando un lugar seguro para su nido, avistó un peñasco que emergía del océano y decidió construir allí su hogar. Al día siguiente, mientras buscaba alimento, una tormenta inesperada azotó el mar; las olas crecieron y arrasaron el peñasco, llevándose el nido y ahogando a sus crías.
Narciso el Obsceno
¡Soy la excepción a todas tus reglas!
Ya vine de donde andaba, se me concedió volver; a mí se me afiguraba que no te volvería a ver. Con esta columna, reiniciamos una nueva etapa de este espacio que se publicará nuevamente todos los jueves. El autor hace eco de su necesidad de volver a escribir e invita a sus cuatro lectores a que lo vuelvan a leer. Agradezco la generosidad de Mujeres Es Mas y El Arsenal, a sus directivos y editores, todos amigos espléndidos.