Por. Adriana Luna, Corresponsal
Guadalajara.- Los caminos de la sierra los conocía desde niños, la comunidad wixaritari no cree que haya sido ‘accidente’ la muerte del alcalde electo del municipio de Bolaños, Yuniur Vázquez Rosalío y de su colaborador Antonio Carrillo. Su vehículo cayó a un barranco de 150 metros de profundidad, las autoridades tardaron ocho horas para rescatar los cuerpos y se confirmaron las identidades.
Los líderes wixárikas se habían reunido el pasado 10 de agosto en un hotel de Colotlán para ultimar detalles de una reunión que tendrían con autoridades federales. Fue la última vez que se les vio con vida. Habían estado desaparecidos hasta que ayer se localizó su camioneta en el fondo del barranco, en un tramo carretero conocido como La Curva de la Guacamaya ( 701 km 17+900 carretera Villa Guerrero – Bolaños).
“Esta tragedia pone en evidencia la cruel realidad que enfrentan nuestros pueblos originarios en México: un sistema que, en lugar de protegernos, nos abandona a la violencia y a la inseguridad. ¿Cómo es posible que en pleno 2024, líderes electos, defensores de los derechos de sus comunidades, puedan ser arrebatados de esta forma tan vil?”, escribieron en un mensaje posteado en redes sociales.
Autoridades de los tres niveles de gobierno acudieron al lugar del percance: Sedena, Guardia Nacional, Protección Civil del Estado, la Fiscalía Especial Regional del Distrito XI con sede en Colotlán, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, la Secretaría de Seguridad del Estado y la Comisaría del Municipio de Villa Guerrero.
Políticos, académicos, defensores de derechos humanos mostraron sus condolencias al pueblo wixárika por la pérdida de estos líderes. En el Encuentro de Pueblos Indígenas Avances y Desafíos de su Representación Política en Jalisco organizado por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), la silla de Yuniur Vázquez permaneció vacía.
Tanto Yuniur como Antonio eran abogados, representaban la nueva generación de indígenas wixaritari, los que traen cambios para su comunidad. La presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Luz del Carmen Godínez González estuvo recientemente en la sierra y enfatizó que los cambios al interior de la comunidad son evidentes, están conociendo sus derechos elementales y luchan por que se les respete.
“Yo sí veo un cambio porque los gobernantes actuales han roto la brecha generacional, son gobernantes jóvenes y son generalmente los que han venido a la ciudad y tienen un estudio, tienen una perspectiva diferente. Esto les ha permitido ser más abiertos a temas que podamos tocarles”, dijo.
Sin embargo, ahora los miembros de la comunidad wixárika están inmersos en una situación que se complica cada día, siguen vulnerables por la desigualdad, la pobreza, la lejanía, las pugnas por su tierra y por la presencia de grupos del crimen organizado.