Por Fernando Coca
X: @Fercoca
El último sainete de los panistas luego de la derrota del 2 de junio deja a la vista la guerra intestina por las migajas que quedaron en la Avenida Coyoacán de la Colonia del Valle.
Lo que sucedió el martes entre el presidente del comité nacional, Marko Cortés y el expresidente Felipe Calderón es la más primitiva lucha por el poder entre los partidos que fueron derrotados por Claudia Sheinbaum.
En el PRI o el PRD no se ha visto una descalificación como la que Felipe Calderón hizo en contra del jefe del PAN cuando el también expresidente del CEN del PAN le reclamó haber dejado fuera de las listas plurinominales a Jorge Triana por “servirse con la cuchara grande” y quedarse “con su camarilla” con las candidaturas plurinominales.
Todo comenzó con el encontronazo entre Cortés y Javier Lozano. El exsecretario del Trabajo montó en colera cuando Marko aseguró que el caso de Genaro García Luna -exsecretario de Seguridad Pública con Calderón- les había perjudicado mucho en la campaña. Lozano espetó que eso era un pretexto pues García Luna no era panista.
Además, Cortés reveló que Lozano había pedido una pluri para él y no se la otorgaron.
Sin embargo, el reclamo más duro fue el de Marko Cortés en contra de Felipe Calderón cuando intercambiaron adjetivos en sus cuentas de la red social X. ¿Tú no te enterabas de lo que pasaba en tu gobierno o lo consentías? Le pregunto el presidente del PAN a Calderón con relación a García Luna.
Esa simple pregunta, descalificó la narrativa del panismo cuando defendían la guerra de Calderón contra el crimen organizado y le dio, en cuestión de segundos, la razón a Andrés Manuel López Obrador cuando cuestionó el golpe al avispero -confrontar con las armas al crimen organizado- para legitimar el fraude del 2006.
Lo que realmente está en juego en el PAN es ver quién se queda con las prerrogativas que tendrá el PAN los próximos tres años.
Marko Cortés impulsa a Jorge Romero, al que en MORENA lo ven bien porque creen que será presa fácil por el tema del llamado Cártel Inmobiliario. Hay quienes dentro del PAN aseguran que la llegada del exdelegado en Benito Juárez provocará una desbandada en el partido con mayores consecuencias de las que provocó el arribo de los Barbaros del Norte y que tuvo como consecuencia la salida de Los Doctrinarios.
Adriana Dávila, exdiputada, pretende convencer a sus correligionarios de que es la verdadera opción para los panistas relegados por la actual dirigencia.
También está el senador Damián Zepeda, una de las pocas voces que se opuso a la alianza con el PRI, pero que los aliados de Marko no dejaran pasar.
En la PAN hay un personaje que tomará un liderazgo no formal cuando se integre al Senado: Ricardo Anaya. Llegará fortalecido después de casi seis años en el autoexilio.
En el PAN sólo quedan migajas del partido que fundó Gómez Morin. Y con eso, los panistas de hoy, se atragantan.
La Letrina
Mientras Gerardo Fernández Noroña, del PT, luchaba por el cargo de coordinador de los senadores de MORENA, el alcalde morenista de Ecatepec, Fernando Vilchis, será el coordinador de los petistas en el Congreso mexiquense.
