Por. Laura Enríquez
@lauraenriquezr
Desde el Instituto de Transparencia de la Ciudad de México, semana a semana resolvemos múltiples recursos en materia de acceso a la información y protección de datos personales, con el único propósito de garantizar el pleno ejercicio de estos dos derechos en nuestra capital. Uno de los casos más significativos que hemos abordado en el Pleno es el expediente relacionado con la investigación sobre los policías que difundieron imágenes del feminicidio de Ingrid Escamilla.
Este caso no solo es impactante por la brutalidad del crimen, sino también por la revictimización causada por la difusión de las fotografías. Por ello, desde el Pleno resolvimos que la carpeta de investigación de los elementos policiacos que difundieron las fotografías debía entregarse en una versión pública, revocando la clasificación de información reservada, al considerar que se trataba de un acto de corrupción.
Recordemos: el artículo 185 de la Ley de Transparencia de la Ciudad de México establece que no puede invocarse la reserva cuando la información está relacionada con actos de corrupción.
La difusión de las imágenes de Ingrid Escamilla fue una afrenta no solo contra su memoria y contra su familia, sino contra todas las mujeres y la sociedad en general, e indudablemente constituyó un acto de corrupción por parte de las autoridades a cargo del caso. En ese sentido, la decisión de transparentar la investigación es un paso hacia la reivindicación de su memoria y un mensaje contundente de que los actos de corrupción y violencia no deben ser tolerados.
La indignación pública que provocó este caso llevó a la aprobación de reformas en el Código Penal de la Ciudad de México, incluyendo la tipificación del delito de difusión no autorizada de imágenes de víctimas de violencia. Este avance legislativo es una victoria para todas las personas que abogan por un sistema de justicia más equitativo y con perspectiva de género.
Este caso es un ejemplo más de la importancia de la función que tienen los órganos garantes de transparencia, pues el derecho de acceso a la información representa un elemento vital para la rendición de cuentas, para que la sociedad tenga la certeza de que actos como éste no quedarán en la impunidad y para dar justicia a las víctimas y sus familias ante sucesos tan atroces como éste.
La memoria de Ingrid Escamilla y de todas las mujeres víctimas de violencia nos impulsa a seguir trabajando incansablemente por un futuro donde la justicia y la igualdad sean una realidad para todos. Con ello, hagamos lo que nos corresponde.
Mtra. Laura Lizette Enríquez Rodríguez,
Comisionada Ciudadana del INFO CDMX
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