Por. Marissa Rivera
Algo estará haciendo bien Xóchitl Gálvez que tiene irritados a muchos.
Las llamadas “Conferencias de la verdad”, los sacó de quicio.
Una conferencia con reporteros, sin zalameros, donde hay pregunta duras y repuestas inmediatas, sin evasivas, sin anecdotarios aburridos, ni pasajes históricos, para marear al reportero.
Sin otros datos más que la realidad.
Xóchitl está aprovechando el espacio para exhibir todo lo que quiere señalar de la actual administración.
Desde la atroz inseguridad, hasta la corrupción, pasando las fallidas obras faraónicas, o por el elefante blanco que es la “minifarmacia”, para cerrar con el tráfico de influencias de los hijos de presidente, que ni él ha podido desmentir.
A penas inició el lunes y las reproducciones de la conferencia superaron de manera aplastante las reproducciones de las mañaneras del presidente.
La preocupación fue tanta que, rápido, moneros al servicio del estado, trataron de ridiculizarla, pero solo mostraron su rabia.
Ha dolido tanto la conferencia, que Mario Delgado la calificó como “una copia pirata, chafa” a las del presidente.
Les molesta que la exhibición que han hecho diversos medios de comunicación en plataformas digitales, sean retomadas por Xóchitl para que no se olvide lo que ha sido esta administración.
Hacen todo para minimizar la atención en Xóchitl, pero las cortinas de humo se les están acabando.
Una. Reactivar el magnicidio de Luis Donaldo Colosio es una enorme vacilada con mezquinos fines electorales que, hasta el propio hijo de Colosio, pidió al presidente concederle el perdón a Mario Aburto y ya dejar se manosear la memoria de su padre.
Otra. Anunciar, que el lunes 5 de febrero en Querétaro, en el 107 aniversario de la Constitución, presentará un paquete de 10 iniciativas con reformas constitucionales entre las que destacan la del Poder Judicial, órganos autónomos, austeridad, salarios, pensiones y electoral, entre otras.
En tres años, sin la mayoría calificada no pudo pasar una sola iniciativa constitucional, por su obsesión de no cambiarle ninguna coma. En tres meses y en época electoral, se ve imposible.
El mismo presidente, ayer se tiró una bala al pie, cuando aseguró que la propuesta de Joe Biden de cerrar la frontera con México, era una “propuesta demagógica que se da por la época electoral, ya una vez que pasen las elecciones ya es otra la agenda”.
Idéntico, lo está haciendo él, pero nadie se lo ha dicho.
Hoy, los reflectores estarán puestos, en ambas conferencias, en torno a la columna que publicó la reportera Anabel Hernández, en el portal en español de la agencia alemana Deustche Welle.
Según ella, una investigación realizada entre 2010 y 2011 por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York y la agencia antidrogas DEA, reveló que el Cártel de Sinaloa aportó entre 2 y 4 millones de dólares a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2006.
Dice que hay audios de los que entregaban y de los que recibían el financiamiento ilícito, unos los testigos del Cártel de Sinaloa, otros los del círculo cercano a López Obrador.
En Palacio Nacional será una arma para acusar a Felipe Calderón, a Genaro García Luna, a Carlos Loret, a Brozo, a la mafia del poder, a los medios de comunicación y a quien se pueda y revivir la trillada historia de que le robaron la elección.
En la casa de campaña de Xóchitl será oro puro para señalar un presunto ilícito de quien se jacta de ser incorruptible, pero a su alrededor se documentan infinidad de casos de corrupción.