Por. Ivonne Melgar
En la segunda entrega de la Cuenta Pública de 2022, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) alertó que el Instituto Nacional de las Mujeres presenta deficiencias en la implementación de las actividades destinadas a cumplir con una política de igualdad entre mujeres y hombres.
El INMUJERES que preside Nadine Gasman tampoco está cumpliendo con la tarea de hacer cumplir el denominado Anexo 13 del presupuesto de egresos que contiene las estrategias, planes y programas gubernamentales destinadas construir unas condiciones de equidad de género.
Una muestra realizada por la ASF reveló que, en el ejercicio de los recursos de 2022, “de los compromisos para dar atención a las líneas de acción puntual del PROIGUALDAD, entre el 46.8 y el 56.8 por ciento podría presentar incumplimiento en al menos uno de los criterios establecidos, referentes a contar con un compromiso, evidencia registrada, documento probatorio registrado, estatus de atención, o que la información en su conjunto sea consistente”.
Además, el INMUJERES “no contó con criterios para elaborar indicadores con perspectiva de género, ni para definir los compromisos para atender a las líneas de acción del PROIGUALDAD, y tampoco comprobó la progresividad en el cumplimiento de las mismas”.
En la auditoría de desempeño, después de fiscalizar el ejercicio del programa destinado a ese propósito, al cual en ese año se le asignaron 355,810.3 miles de pesos, la ASF concluye que no hay claridad en la definición de prioridad ni en la acreditación de los proyectos de coordinación del Fondo para el Bienestar y el Avance de las Mujeres (FOBAM).
sugiere subsanar las deficiencias observadas en el seguimiento del PROIGUALDAD, así como en la medición de la contribución del programa en la atención del problema.
Dicho análisis corresponde a lo sucedido con el denominado PpP010, como se abrevia el nombre del Programa de Fortalecimiento de la Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres.
“En 2022, la definición del problema público que pretendió atender el INMUJERES, mediante el Pp P010, careció de claridad, ya que no estableció qué tipo de limitaciones enfrentan las dependencias y entidades del Estado mexicano, para garantizar la igualdad y una vida libre de violencia para las mujeres; la clasificación del programa presupuestario fue insuficiente para medir las actividades del instituto como coordinador de la política transversal de igualdad, y la Matriz de Indicadores de Resultados del Pp P010 presentó deficiencias en las lógicas vertical y horizontal, lo que propició que no se pudiera evaluar el logro del programa y su contribución en la atención del fenómeno problemático”, se indica.
La ASF también sugiere que el INMUJERES debe mejorar su área de capacitación y por lo tanto acreditar sus resultados.
“El instituto presentó áreas de oportunidad para acreditar la documentación que permitiera comprobar que las personas atendidas aprobaron la oferta de capacitación, los certificados emitidos en 2022, así como la participación de las y los beneficiados en la totalidad de las asistencias técnicas reportadas”, precisa el informe entregado este martes a la Cámara de Diputados.
La ASF es reiterativa en el señalamiento de que INMUJERES debe revisar, perfeccionar y adecuar el diseño de su matriz de indicadores de resultados, lo cual lo obliga a mejorar la definición de sus objetivos, así como el diagnóstico del problema que busca resolver.
Se plantea que el Instituto, además, careció de actividades y mecanismos de control interno adecuados que le permitieran contar con información relacionada con la terminación de los proyectos del FOBAM, las capacitaciones que imparte y el PROIGUALDAD.
Fuente: Excélsior