Por. Adriana Luna
Los niños de la Casa Hogar Cabañas aprenderán música apadrinados por la Fundación Alejandro Fernández. Algunos son huérfanos y otros han sufrido abandono o violencia en el seno familiar. Al aprender a tocar un instrumento musical a los pequeños también se les enseña a fomentar la paz, como un valor. En las paredes de las escaleras y los salones de clases hay dibujos de instrumentos y claves musicales. Se pretende formar un grupo de mariachi infantil.
Después de prácticamente año y medio acariciando el proyecto – tal como lo informó oportunamente Mujer Es Más-, por fin, Alejandro Fernández pudo inaugurar este centro de música que llevará su nombre. El artista se dijo “muy contento, super orgulloso. Con la música poder transformar vidas y el futuro de nuestros niños tapatíos. La idea es comenzar a multiplicarlo en el estado”.
Se adquirieron 178 instrumentos musicales. Los niños contarán con 10 maestros para aprender a tocar percusiones, violín, viola, violonchelo, contrabajo, flauta, corno francés, trombón, trompeta, tuba, saxofón y guitarra. Hoy casi medio centenar de niños forman parte de una orquesta sinfónica, pero serán más de 150 niños y adolescentes (NNA) residentes en la Casa Hogar quienes tendrán garantizada la enseñanza musical y cultura, desde una práctica colectiva con perspectiva de inclusión social, derechos y diversidad. Alejandro Fernández no descarta invitar a un niño egresado de la escuela a una de sus presentaciones para seguir en contacto como su padrino.
En Jalisco el próximo mes abrirán cuatro Núcleo ECOS Música para la Paz, en zonas pobres de la entidad. El proyecto se trabaja en coordinación con el Gobierno del Estado y la Fundación del Artista. Una de las escuelas estará ubicada en el municipio de Poncitlán, donde hay muchos niños de escasos recursos y enfermos con insuficiencia renal, al parecer por los altos niveles de contaminación del agua proveniente del Río Lerma-Santiago.
Otro plantel musical estará en la zona serrana al norte de Jalisco donde viven indígenas wixárikas y uno más en el municipio de Huejuquilla El Alto y otro en las zonas de ladrilleras de la colonia La Mezquitera en el municipio de San Pedro Tlaquepaque, donde también se intenta ayudar a los niños a salir de la pobreza y de las garras del crimen organizado.
Se pretende que en un mes se abran estas cuatro escuelas, todas montadas con maestros e instrumentos. Se erogaron casi 13 millones y medio de pesos.
“Si Dios me dio este don no tengo con qué agradecerle a Dios nada más, más que contribuyendo con la sociedad para poder hacer de nuestra ciudad una ciudad con una mejor calidad de vida y poder ver a estas niñas y niños, poderlos ver y transformarles la vida va a ser un gran sueño no nada más mío sino de mi familia, de mis amigos y por mis apellidos, estoy seguro que mi padre desde el cielo me va a estar echando bendiciones y va a estar muy feliz y orgulloso por esta escuela”, dijo el cantante durante la inauguración.
Alejandro Fernández enfatizó que su fallecido padre Vicente Fernández estaría feliz de formar parte de este proyecto: “Debe estar muy contento porque siempre fue una persona muy bondadosa y un gran corazón. Siempre tuvo el corazón abierto para ayudar al prójimo. Él buscaba involucrar a los niños en la música para llevarlos con el buen camino y dejar atrás caminos difíciles”, añadió.
En el Hogar Cabañas, la directora Rebeca Melgar informó que se quiere formar un grupo de mariachi infantil para inculcar en los niños el amor por la música mexicana.