María del Rocío Medrano Castro, presenta “PALABRAS, CELEBRANDO LA POESíA”, un poemario que consta de 21 textos, que en sí mismos cada uno es una obra de arte. La autora ha escogido este número alusivo a la conmemoración del 21 de marzo “Día Internacional de la Poesía, designado por la UNESCO en 1999.
Palabras, Alma de Poeta, Sol de Primavera, Suave Amanecer, La Raza Humana, La Niña del Jardín, Yo te respeto, Enamorada, Rosas Rojas, Ella, Cielos Eternos, Paz, Puentes, Al Médico, No les corten las alas, Cantares con las Mujeres Mexicanas, Cenizas, La Poetisa ha muerto, Miedo, Oasis del Desierto, Para qué Sor Juana, son los títulos que se concentran en este libro recién presentado.
Es una obra sencilla de contenido, que inspira y sensibiliza, rinde un homenaje de gratitud a un Género Literario, al que le ha dedicado largas horas desde la infancia y que le ha permitido lograr el equilibrio entre la vida cotidiana y la Personalidad de Alta Sensibilidad de la que es poseedora.
El título de la obra “PALABRAS, CELEBRANDO LA POESíA”, es ocasión para celebrarlo en México, también para manifestar gratitud a la lengua materna, en su caso el español.
Inicia con una conmovedora dedicatoria por parte de la autora:
“A la “Poesía”, fiel nave en los viajes de los ríos llamados vida, que conducen a la mar, equilibrio, refugio, letras, palabras, lápices, plumas, papeles y cuadernos, después máquinas de escribir y computadoras. La certeza en horas de soledad, pensar y sentir. Tú poesía del alma, escribo y publico con profunda gratitud, porque no solamente preservas palabras, sino que has preservado vidas, ante la extrema sensibilidad de una existencia que profundamente duele, alegra, confunde. El mejor descubrimiento y sentido de vida. Inmerecidamente me llamarán poeta, tú hija. María del Rocío Medrano Castro.”
La “Poesía”, para la autora es una propuesta viable para sumar a la paz, a la “prevención” en contra de las violencias, el arte dignifica y conduce a romper el silencio y las barreras de la desigualdad. Invita a reflexionar sobre la condición humana, la dignidad y la necesidad de devolvérselas a quienes se les arrebata y obstaculiza.
A través de la poesía comparte su experiencia y su alegría por vivir, su poesía es un canto de amor por la vida, por la gente y por la naturaleza. Comprometida por principios con la libertad, la justicia y la paz, convencida de heredar un mundo mejor a las nuevas generaciones. Destaca la escritura hacia las diferentes etapas de vida de la mujer con las enseñanzas de sus abuelas y de su madre, quienes en el mundo privado le arroparon y le educaron.
Fue una niña, una adolescente y una mujer que se ha sentido por momentos discriminada y que en la poesía encontró refugio y sentido. Ya que en el mundo donde también creció como la escuela, universidades, áreas laborales, percibió que no solamente se desconocía a las Personas con Alta Sensibilidad, sino que experimentó rechazo por sus rasgos físicos y su forma de pensar y sentir, prejuicios y mala orientación vocacional o quizá simplemente falta de estructura para desarrollo de mujeres creadoras. Ser poeta y escritora para la autora en su niñez y adolescencia era equivalente a decir pienso y me doy cuenta de una abrasiva realidad para las mujeres. Era decir “Soy bruja y peligrosa”, lo cual es indigno, injusto, inequitativo.
Fue y es a través de “la poesía” que logró plasmar inteligencia y sentimiento, aprendiendo a equilibrar a la mujer sensible y a la abogada determinante en su circunstancia y tiempo, resultando una artista con la pluma, una artesana del lenguaje y una mujer de calidez humana, que quisiera evitar ese sufrimiento para las niñas, niños y adolescentes e incluso de personas adultas. Especialmente al desarrollo de las niñas y mujeres, que cotidianamente se trunca.
Por último, ante la violencia que azota a su natal México, hace un llamado para reflexionar y tomar conciencia en las “palabras” que se usan a diario, convencida de que la paz o la violencia empiezan con el lenguaje, por lo que es necesario detenerse para utilizar un lenguaje que invite al respeto por las personas, que dignifique, que fomente la educación en la tolerancia e inclusión y genere inspiración para escribir y componer poesía desde la infancia.
El camino de la lucha por la justicia como jurista, la ha conducido a conocer dramáticas fronteras como el freno al impulso vital e injusticia. Está convencida que justicia también es combatir la pobreza y el rezago. Los derechos humanos de las mujeres, sugiere que comiencen con los derechos político electorales, llaves de otros derechos como la salud, la educación, el desarrollo y la democracia paritaria.
Para ella no habrá paz sin que primero haya justicia y pasar la puerta de los Tribunales, si bien es camino de inteligencia, de acuerdo y de ley, hay mucho por hacer en materia de prevención antes que llegar a la última ratio. Los espacios y la atmósfera que abre la poesía son extraordinarios para aportar a la prevención.
Deseando que disfruten de este poemario, tanto como su autora disfrutó crear cada una de sus piezas y con ello vivir la plenitud a la que se aspira por dignidad y derecho como poeta y escritora mexicana. Esta es una aportación de amplio espectro para la sociedad mexicana.