Texto y fotografía. Berenice Vásquez
Este miércoles miles de mujeres se manifestaron en calles de la Ciudad de México en protesta por los feminicidios, las violaciones, las desapariciones y la violencia de género.
Desde temprano diversos contigentes se dieron cita en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, el Monumentos a la Revolución y hasta en estaciones del Metro para caminar hasta el Zócalo capitalino y gritar “¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!”.
Fueron niñas, adolescentes y adultas, quienes inundaron con su sororidad el Paseo de la Reforma, avenida Juárez, 5 de Mayo y el Zócalo amurallado.
Ataviadas con vestimentas moradas, violetas, lilas y verdes; con los puños en lo alto y sus pancartas con reclamos, unas cobijaron a otras; a las madres de las víctimas de feminicidios, a las hermanas de las desaparecidas, a las que denunciaron haber sido abusadas sexualmente, a las sobrevivientes de cáncer… fue un todas para todas.
Esta vez los vidrios rotos no fueron los protagonistas, fuimos todas, madres, hijas, amigas, mujeres trans, elles y hoy hasta ellos fueron “permitidos” y sin temor se sumaron, porque a todos y todas nos afecta la violencia.
¿Cuántas asistieron a este 8M? No lo sabemos bien a bien, pero difícilmente se podrán borrar esas imágenes de la marea violeta a lo largo del Paseo de la Reforma.