- Preside actualmente la asociación civil “Mujeres Transformando México”
Por: Cut Domínguez
El suyo es un transitar en el vagón del tiempo lleno de satisfacciones, tanto en el quehacer profesional, como en su vida privada. Empresaria, abogada, catedrática y activista social, Jessica Oceguera, quien también expresa su realización como madre -tiene una hija a quien adora-, está convencida que el apoyo a otras mujeres; la militancia en favor de éstas es su misión de vida. “Sería mi aportación en mi paso por este mundo”, dice y se autodefine como “resiliente”, después de estar en situaciones adversas que logró superar. Luego cita las siguientes palabras de Hannah Gadsby: “Nadie es más fuerte, que una mujer que se ha reconstruido así misma”.
Emprender no es fácil pero cuando se es resiliente, disruptiva, trabajadora, leal, perseverante y triunfadora, se vence a cualquier Goliat que se ponga en el camino. La Titular de la Maestría en Alta Dirección para Ejecutivos y Catedrática de la licenciatura en derecho señala: “Como mujer emprendedora, es importante el autogobierno, es decir, el control de las emociones. Todas esas voces que señalan tu incapacidad y sientes no lograrlo”. Advierte de la tolerancia a la frustración como el siguiente paso y mayor desafío para emprender un negocio.
Siempre fiel al principio de Phyllis Diller: “Una sonrisa es una línea curva que lo endereza todo”, cordial y luciendo una envidiable elegancia -vestido azul con negro y collar de ojo de tigre y amatista-, la charla transcurre en La Casa de los Azulejos, uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México. Un buen número de comensales, le regalan más de una mirada a su atractivo, el de la pluma escucha un racimo de palabras inteligentes y ella habla sin tapujos. “Amo viajar, para eso trabajo tanto. Me gusta comer bien, me gusta ir a buenos lugares, me gusta admirarme. Adoro la arquitectura, la música, la lectura. Me encanta estar en este lugar, es majestuoso”, afirma.
Luego de mirar con atención el mural Omni-Ciencia, de José Clemente Orozco, que adorna una de las paredes del recinto también conocido como Casa del Valle de Orizaba, sigue: “Cuando hay dificultades, se dan más las oportunidades de crecer. La creatividad se activa”. Cuenta que durante la pandemia hubo gente surgiendo de la nada para después convertirse en prósperos empresarios, todo esto gracias a la capacidad de producir nuevas ideas, descubrimientos o invenciones. “Sí, la creatividad es la fórmula para destacar”, reitera.
Ni las decepciones en el quehacer público, ni la pérdida de un ser querido, han mermado el coraje de esta alquimista mexiquense, cuyo activismo social suma casi 16 años y que ha cristalizado en su máxima tarea: “Mujeres transformando México”. Explica tratarse de una asociación civil con 10 años de vida, con una visión de eliminación de reglas que limitan a las mujeres, pero también como promoción, productividad, desarrollo y capacitación de cualquier sector social. Añade: “El eje medular de la agrupación está enfocado a las víctimas de violencia y trata, va de la mano con diversas instancias, así como diversas secretarías estatales; incluye cualquier sector de la población, como las comunidades rurales y llega a mujeres y hombres”.
“¿Virtud de un líder empresarial?” Menciona y responde con firmeza. “Ser líder no es ser jefe, son dos cosas distintas. Creo que la principal virtud del líder es el liderazgo como tal, el predicar con el ejemplo; el tener metas claras y tener objetivos estratégicos bien trazados. ¡Ah! y el aprender a confiar en tu equipo de colaboradores, el saber delegar, el hacer equipo”. Enfatiza que el principal defecto del líder empresarial es la soberbia, la imposición de actividades sin supervisión.
Abierta opositora del aborto y del maltrato animal; ella es todo lo contrario se dice amiga de éstos. Tiene tres perros y un gato. “El amor más puro que pueda uno recibir es el de un animal”, admite. Enseguida habla del papel que desempeña el avance tecnológico en la faena empresarial. “Muy importante, sin embargo, así como se utiliza para bien, lo hace para mal. Hay falta de regulación en materia de información en redes sociales”. Destaca la ausencia de una legislación mercantil que regule las operaciones fraudulentas, vía plataformas de internet, por lo que se tiene que recurrir a las leyes correspondientes. “Por otra parte, en la publicación de contenido doloso, que afecta la integridad de una persona, también falta regulación. Tenemos que ser más cuidadosos y responsables en el uso de los medios digitales; pero en México hay mucho por hacer”, sentencia.
Con admiración y gracia que alegran el momento, Jessica Oseguera revela su gusto por la poesía. “Benedetti y Sabines son mis favoritos, este último era mi amor platónico”. Su sonrisa parece inundar todo el inmueble. Reanuda una charla afectuosa y afirma que no ve competencia entre mujeres y hombres emprendedores. “No soy feminista, aclara, somos dos opuestos complementarios”. Aunque cree aún que existen prácticas insanas y un desbalance, mismo que de manera natural las mujeres luchan para lograr un equilibrio.
Recomienda, por último, a cualquier mujer que desee ser empresaria tener una buena idea, un proyecto diseñado en su mente con mucha pasión. Después, ponerlo en papel y lápiz con tiempos establecidos a cumplir; y si hay miedo con todo y miedo. Con la certeza de que hay redes de apoyo como “Mujeres transformando México”, que de forma gratuita y colaborativa promueven los llamados “lazos solidarios de consumo”; es decir, ¿Cómo te apoyo?, ¿Cómo tú me apoyas?, ¿Cómo nos apoyamos?. De alguna forma es hacer un tejido de autoconsumo, tanto de promoción de servicios, como de productos.
Si quieres conocer más de esta destacada mujer emprendedora y activista social visita el siguiente sitio: www.Jessicaoceguera.com.mx
