Por. Fernando Coca
Actúa como si ya le hubieran pronunciado las “palabras mayores” (recordemos a Luis Spota), por eso se ha tomado la libertad de ir en contra de quienes no se pliegan a su voluntad.
El escupitajo que mandó en la marcha del 27 de noviembre dejó claro que ella quería ser la estrella de la avanzada, aun más que el presidente. Mandó a sus reventadores a agredir a quien ella ve como su principal adversario. Si la politiquería no sirve, para eso está la agresión física. A ese rubro ya llegó la señora.
Una escupitina más fue para las víctimas del 3 de mayo de 2021 por el desplome del Metro. La foto con Jorge Gaviño, uno de los exdirectores del Metro de la Ciudad de México y corresponsable del deterioro del tren naranja, se inscribe en el carril de la impunidad. Joel Ortega, Gaviño, Jorge Jiménez Alcaraz y Florencia Serranía, quienes dejaron de darle mantenimiento al Metro, incurrieron en actos de corrupción y ninguno ha declarado por el desplome. Así, la sedicente favorita cierra el circulo de la impunidad. Primero fue el acercamiento con Joel Ortega por medio de César Cravioto, sin importar que el jefe de la policía está ligado con Genaro García Luna y que es uno de los responsable de la instabilidad política en el Politécnico.
Un gargajo les aventó a las comunidades originarias de la Ciudad de México. Las imágenes de la represión en Xochimilco parecen sacadas de las más crudas, crueles y sangrientas dictaduras militares. El mensaje es claro, si no están conmigo, los hago estar cerca no por amor, sino por miedo. El apotegma “Por el Bien de todos, primero los pobres” no cabe en la estrategia para obtener el poder el poder. Quiere sumisión y obediencia ciega.
¿Y qué tal el esputo cotidiano para los 5 millones de usuarios del Metro? Trenes descarrilados, afortunadamente en talleres, a lo que hay que sumar escaleras mecánicas sin servir, peligrosas aglomeraciones en andenes y pasillos del Metro, eso sin contar los cortos circuitos provocados por los usuarios inconscientes que arrojan objetos metálicos a las vías.
Podemos estar o no de acuerdo con los resolutivos del INE, pero ¿por qué la flema en contra de su sanción por su precampaña? La ley se cumple, y si no se respeta hay sanciones. Más cuando desde el mismo movimiento, después del fraude del 2006, fuimos quienes promovimos que eso que hace ella en las paredes de todas las localidades del país, no se hiciera.
En ninguna contienda puede permitirse la agresión a salivazos. Habla y describe a quien lo lanza , solo que, la mayoría de las veces, es escupir al cielo.
La Letrina. El Metro de la Ciudad de México está en franca decadencia. Las condiciones en las que opera no son las óptimas y en cualquier momento puede suceder una tragedia.
A pesar de esto, para 2023 el presupuesto del Metro solo aumentará 19 millones de pesos. Según la Secretaría de Finanzas no es necesario incrementar el presupuesto para el sistema que es la columna vertebral de la movilidad pues con lo que les van a dar cubrirán la rehabilitación de la Línea 1, la de la 12 y el mantenimiento en general.
Los más de 18 mil 800 millones de pesos asignados para el próximo año se quedan cortos ante la degradación del Metro. El presupuesto para el Sistema de Transporte Colectivo debía ser de un monto cercano a los 24 mil millones de pesos para comenzar a subsanar los daños generados por la falta de mantenimiento que se registra desde diciembre de 2012.
¿Por qué se empeñan en poner en riesgo a 5 millones de usuarios del Metro? Como diría la expresión de un clásico, como la mayoría que lo usa no vota aquí, me vale.