Por. Fernando Coca
Amenazó con lanzar un misil. El objetivo de la descarga es el coordinador de los senadores de MORENA, Ricardo Monreal. Pero el ataque se detuvo.
Layda Sansores, gobernadora de Campeche enfilaba sus misiles en contra de su compañero de partido.
Ella, que con espionaje reventó la alianza Va por México al dar a conocer llamadas de Alejandro Moreno, el presidente del PRI, ahora va con todo en contra de Monreal, adversario de Claudia Sheinbaum.
La amenaza de la gobernadora Sansores, que se haría efectiva el martes en su programa de televisión, se canceló. En un mensaje de Twitter, la gobernadora dijo que para evitar “malentendidos” mejor no hablaba de Monreal.
La guerra civil en MORENA está comenzando del bando que asegura que tiene a la candidata favorita, pero, al ver sus estrategias (así las consideran ellos) pareciera que van hacia abajo y están desesperados.
¿Para qué atacar a un aspirante al que consideran con nulas posibilidades de competencia? Primero, para “eliminarlo” en definitiva. Después irían por otros objetivos de mayor riesgo, si es que la campaña en contra de Monreal funcionará. Pero desistieron.
En el Zócalo, en el Palacio del Antiguo Ayuntamiento, hay desesperación.
Contrataron un asesor catalán que cobra millones de pesos por hacer mensajes para el Face y el Twitter; han hablado con casas encuestadoras para ser favorecidos en los levantamientos demoscópicos; una operadora de medios -que dicen es del equipo de la secretaria de Energía- va pidiendo buenas notas para La Jefa so pena de cancelación de publicidad y/o contratos. Lo del ataque a Monreal se contuvo, pero no sabemos hasta cuando probaran de nuevo el lanzamiento de sus misiles.
La Operación Colibrí que emprendería Sansores no le beneficia al presidente López Obrador, ni al movimiento que él encabeza. Mucho menos a MORENA. La mayor perjudicada por la carnicería que se iba a desatar es, precisamente, la persona a la que supuestamente ayudaría quitando del camino al senador Ricardo Monreal.
¿Por qué MORENA hace espionaje a sus propios militantes y cuadros dirigentes? ¿Dónde quedó la seguridad de la victoria del grupo que apoya a la jefa de Gobierno, no que era la segura candidata? ¿Qué están viendo que tienen que cometer fratricidio? Así como van las cosas, lo único que nos hacen pensar es que, en el futuro, cometerán parricidio.
La Letrina. ¿Y después de Ricardo, quién?