La Compañía de Jesús en México condenó la clasificación del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) como “grupo de presión”, así como el monitoreo militar a religiosos, a partir del asesinato de dos sacerdotes en Cerocahui, Chihuahua.
A través de un comunicado, los jesuitas refirieron que estos señalamiento son parte de la publicación de diversos documentos militares que hacen referencia a la labor del Centro Prodh, por lo que refrendaron el apoyo a su labor.
“Respaldamos el trabajo que por casi 34 años ha realizado el Centro Prodh. Rechazamos que, en documentos castrenses, se le clasifique como “grupo de presión”. Lamentamos que las declaraciones públicas de los integrantes del Centro sean objeto de monitoreo intensivo, lo mismo que las declaraciones de las víctimas a las que acompañan. Recordamos que el trabajo civil de defensa de derechos humanos y el acompañamiento a víctimas es fundamental para la consolidación del Estado de Derecho y la Democracia en nuestro país.
La Compañía de Jesús criticó que, de acuerdo con los documentos difundidos, el Estado mexicano tenía plenamente identificado al asesino de los sacerdotes Joaquín Mora y Javier Campos, así como sus hechos delictivos en la sierra Tarahumara, por lo que pudiendo evitar el crimen; sin embargo, no actuó de manera oportuna. Y hasta el momento, sigue impune.
“De acuerdo con la información difundida en medios, estos indicarían que el Estado mexicano identificó, con antelación, las actividades delictivas en la sierra Tarahumara de quien a la postre perpetraría el homicidio de nuestros hermanos Joaquín Mora y Javier Campos, mismo que a más de cien días sigue impune. De haberse actuado en consecuencia, la tragedia probablemente se hubiera evitado”.
Asimismo, expresaron su preocupación debido a que en los documentos militares emitidos en los días posteriores a los lamentables sucesos, “se especifican instrucciones para monitorear las declaraciones públicas de las autoridades eclesiásticas presentes en la zona, con el fin de evaluar si eran críticas contra el actual gobierno”.
“Que es muy grave y preocupante que la inteligencia militar no se haya concentrado en localizar al perpetrador de los asesinatos, hasta hoy prófugo, y sí en monitorear los pronunciamientos públicos de los sacerdotes”, sentenciaron.
Redacción