La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer que no emitirá acción de inconstitucionalidad alguna contra las reformas recientemente aprobadas por el Senado de la República que otorgan el mando de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), al considerar que la emergencia de inseguridad que se vive en el país “merece una respuesta contundente” y el uso de medidas “no convencionales”.
A través de un pronunciamiento de 16 páginas, la CNDH destacó que “entiende y atiende la situación de emergencia y excepcionalidad que justifica las reformas, y por lo mismo, coadyuvará a garantizar la preservación del carácter civil de la Guardia Nacional y supervisará su apego a los derechos humanos, porque sin reservas ni titubeos está del lado del pueblo”.
Argumentó que, para enfrentar al crimen organizado que cuenta con capacidad logística y económica, dispersión geográfica y disponibilidad de armamento de alto calibre, lo que constituye una amenaza actual y latente, se hace necesaria la actuación de la Guardia Nacional con mando militar.
Agregó que “en el documento aprobado (por el Senado de la República) no hay un solo artículo donde se pierda el estado civil de la Guardia”.
La dependencia a cargo de Rosario Piedra, aseguró que la reforma precisa el papel de la Sedena en el manejo que ya tenía de conformidad con la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF).
“Es de mencionar, que nada de esto es nuevo y que incluso históricamente existen antecedentes, que sin detrimento de su carácter civil, han colocado a la Guardia Nacional dentro del encuadramiento militar“, aseguró.
“La emergencia en materia del combate a la delincuencia organizada y los niveles de violencia que se generan, implica una alta demanda de respuestas por parte de la población, por lo que exigen una actuación ‘inmediata’, eficaz y contundente por parte de las instituciones”, sostuvo.
El organismo precisó que “es verdaderamente prioritario que la Guardia Nacional intervenga, pero también que estas labores se efectúen en estricto respeto a los Derechos Humanos, atendiendo los más altos estándares nacionales e internacionales en materia de su protección”.
“En todo caso, la CNDH tiene claro que en México no hay un mando militar arbitrario, mucho menos continuidad de políticas de militarización como las prevalecientes en los sexenios anteriores”, expuso.
En este marco, refirió que la violencia puede poner en peligro la seguridad nacional, y esto llevar a la violación de los derechos humanos de todas los mexicanos.
Destacó que la intervención de la Sedena en asuntos de seguridad debe de encontrarse limitado en el tiempo y sujeta a casos de excepcionalidad.
Consideró que es necesario implementar una estrategia nacional de seguridad ciudadana, donde se establezcan las responsabilidades de todas las autoridades.
“Esta Comisión Nacional, con plena conciencia de su misión y en ejercicio de su autonomía, declara que no interpondrá Acción de Inconstitucionalidad alguna contra las reformas aprobadas por el Senado. Vamos a hacer algo más que eso: sumarnos a la ejecución de las reformas, mediante su observancia y monitoreo”, resaltó.