De acuerdo al análisis realizado por la Comisión Especial para la Atención de la Emergencia por COVID-19 de la UNAM, las condiciones actuales de la epidemia en el país permiten llevar a cabo actividades presenciales en todas las sedes de la Universidad.
En un comunicado, explicó que esta quinta ola de coronavirus se ha distinguido por un impacto notablemente menor que en ocasiones previas, al considerar que “provoca enfermedad predominantemente de tipo catarral con poca afectación a los pulmones y al resto del cuerpo”.
A las condiciones que se suman para un retorno a las actividades presenciales, señaló el Consejo, está la cobertura de vacunación contra COVID-19 en personas mayores de 18 años de edad en México es superior a 90%, y en adolescentes de 12 a 17 años del 60% y sigue aumentando paulatinamente.
Agregó que se ha observado que “con la aplicación adecuada de las medidas generales de precaución se previenen de forma efectiva los contagios, aún en momentos de alta intensidad epidémica”.
Finalmente, refirió que con la información disponible hasta el día de hoy, el nivel máximo de casos nuevos confirmados de COVID-19 en México ocurrió el lunes 11 de julio, incluida la Ciudad de México, donde se presentan aproximadamente 1 de cada 4 casos de esta enfermedad en el país. De igual forma, el número de internamientos en los hospitales de la red que atiende COVID-19 y el de defunciones por la enfermedad se ha mantenido en niveles muy bajos. Se espera que en las próximas semanas disminuya el número de casos y el riesgo de contagios.
Para el regreso a las actividades presenciales, recomendó:
• Uso correcto del cubrebocas al realizar actividades en espacios cerrados y al estar en espacios abiertos con otras personas donde se pierda la sana distancia.
• Promover la ventilación de lugares cerrados (abrir puertas y ventanas).
• Estar vacunado con esquema completo y refuerzos de acuerdo con la edad o condición de salud individual.
• Aislamiento de las personas con síntomas mínimo 7 días a partir del inicio de síntomas o la primera prueba diagnóstica positiva (lo que ocurra primero); regresar a las actividades una vez completado este periodo, siempre y cuando se cumplan 3 días sin fiebre (sin tomar medicamentos para ello).