Por. Bárbara Lejtik
En una semana en la que pareciera que las buenas noticias generan impuestos o penalizaciones, escucho por fin algo que me recuerda que en el fondo somos seres que se presumen como pensantes y evolutivos.
Este martes el gobierno de España aprobó un proyecto de ley que podría convertirlo en el primer país de Europa que da a las trabajadoras una licencia menstrual remunerada.
La iniciativa propone dar a las trabajadoras que están experimentando dolores menstruales todo el tiempo libre que necesiten, y sería el seguro social y no los empleadores, quien pague la baja por dicha licencia. De la misma manera que cualquier otra incapacidad médica temporal, un médico debe certificar el problema de salud.
El gobierno, que llegó al poder hace casi cuatro años, ha hecho de los derechos de las mujeres una de sus banderas políticas. El gabinete está conformado por 14 mujeres y 8 hombres en cargos ministeriales.
El tema me parece más que justo, aunque estoy consciente de la polémica venidera, después de años de lucha por la igualdad de género las mujeres hemos ganado terreno, pero también hemos perdido derechos, sin darnos cuenta.
Querer demostrar que somos capaces de realizar cualquier trabajo sin ningún impedimento y luchar por dejar de ser vistas como “uteroportantes” o lo que es lo mismo, el género de la humanidad destinado únicamente a la procreación, crianza de los hijos y cuidado del hogar.
La menstruación tiene que dejar de ser un tema tabú en la sociedad, siendo en su mayoría mujeres las habitantes de este planeta es justo que se reconozcan y visibilicen nuestros problemas, que muchas veces van más allá de la injusticia social y la desigualdad de derechos y oportunidades.
La menstruación, o periodo, es el sangrado vaginal normal que ocurre como parte del ciclo menstrual de la mujer, no es un padecimiento adquirido por ningún tipo de decisión ni provocado. Todas las mujeres están sujetas a esta situación, que en muchos casos genera un grave malestar provocado por razones que no obedecen a los deseos de la paciente.
El dolor menstrual también llamado dismenorrea, suele venir acompañado de varios síntomas como dolor intenso en la parte baja del vientre, calambres en la zona pélvica y en otras partes del cuerpo; náuseas, mareos, dolores de cabeza, diarrea y en casos más graves fiebre.
Los padecimientos por dismenorrea son en la mayoría de los casos mucho más severos que un resfriado o una intoxicación grave, es completamente injusto que una persona que se siente tan mal físicamente tenga que presentarse a trabajar sin ningún tipo de consideración.
La capacidad reproductiva de la mujer lejos de ser vista con el mayor de los respetos y como un motivo de admiración y merecedora de cuidados por parte de la sociedad, se ha vuelto un objeto de discriminación y en ocasiones hemos sido las mismas mujeres quienes no hemos sabido defender nuestro derecho al reposo y a la atención médica necesaria.
Pareciera que la naturaleza nos pone en un espacio de vulnerabilidad y debilidad humana, cuando debería ser todo lo contrario.
Sin ser vistas como trabajadoras de segunda, las mujeres debemos estar conscientes de lo que necesitamos y merecemos, y no escatimar en recursos que aseguren nuestro bienestar.
El cuidado, compensación y remuneración laboral, así como la asistencia médica, el proporcionar medicamentos y licencia pagada en los días que la mujer se sienta incapacitada para realizar sus obligaciones laborales al cien por ciento, sería el inicio de una evolución social en la que se reconozca el valor y la importancia del género femenino, independientemente de si la mujer en cuestión es además de trabajadora madre o tiene planes de serlo algún día.