Por. José Luis Hernández
A todos los apasionados de los tacos, en cualquiera de sus versiones y presentaciones, ¡estamos en alerta roja!
La guerra ha sido declarada a la base de nuestro placer.
Me refiero a la tortilla, ya que ahora será un lujo comprarlas, su precio va para las nubes. La mayoría del maíz que compra nuestro país viene de importación. México no tiene la capacidad de abasto para todo nuestro territorio y dependemos en casi un 90 por ciento de las exportaciones. Casi un 20 por ciento de los países que ahora se encuentran en guerra. Entre sanciones económicas y el incremento de los precios de los hidrocarburos, la elaboración de la masa de tortilla va a ser costosísima, ya que para elaborar un guiso, un trompo, los de suaperro, se tienen que cocinar con gas. Entonces súmenle: tortilla, gas, limones, aguacates y demás productos que requiere la elaboración de un taco. Estamos hablando que ahora taquear va hacer un lujo en nuestro amado país. O sea, que vayan sacando más lana cuando tengan el antojo de ir por unos de tripa.
Mientras los rusos no le bajen a sus intenciones de conquista, a todos los mexicanos nos pasaron a torcer y gacho.
Si pensaban que lo barato y llenador por las mañanas era una guajolota, pues piénselo dos veces, ya que ahora saldrá más barato ir al Sanborns y al Vips, que a los tacos de la esquina.
Se avecinan malos tiempos para nuestros amados tacos. Ánimo mis queridos lectores que ahora sí vamos a estar a dieta forzosa.
Les mando un gran abrazo esperando que la próxima semana, no salga más caro ir por unos de pastor que ir a la Mansión.