Por. Paty Betaza
Hasta ahora la Organización Mundial de la Salud no ha declarado aún el fin de la pandemia de COVID-19. Pero en la realidad o en nuestra realidad hemos observado mayor movilización de personas y de vehículos en las calles, a dos años de haberse declarado la pandemia. No se sabe con exactitud cuántos trabajadores han regresado a sus labores de manera presencial en las empresas privadas y públicas, pero es un hecho que ha ocurrido. De acuerdo con las autoridades educativas y de salud, la mayoría de los estados está en condiciones del regreso a clases de manera presencial. Según sus datos más de 19 millones de alumnos han decidido asistir al aula. Hasta ahora, por fortuna, no se han reportado contagios masivos. Según la última actualización del Semáforo Epidemiológico, 16 entidades están en color amarillo y 16 en verde. Los últimos datos de la Secretaría de Salud aseguran que los contagios de Ómicron han disminuido en los últimos días debido al porcentaje de refuerzo de la vacunación: 7 de cada 10 personas mayores de 60 años, casi cinco de cada 10 mayor de 40 y casi 4 de cada 10 mayores de 30 años. Sin embargo, el sábado sumaron más de 13 mil nuevos casos y 331 muertes. De acuerdo con los últimos datos de la Universidad Johns Hopkins, México es el quinto país del mundo con más muertes a causa del COVID-19, debajo de Estados Unidos, Brasil, India y Rusia, y ocupa el lugar 16 en el número de contagios. Se insiste, por fortuna, que los casos y las hospitalizaciones siguen a la baja. De hecho, se informó que la Ciudad de México pasará al Semáforo Verde en los próximos días.
Hace unos días un amigo me preguntó: ¿Por qué ya casi no veo notas relacionadas con la pandemia? Pues sí, la guerra en Ucrania es en este momento el centro de atención mundial. Lo que está sucediendo ha desplazado la focalización del COVID-19. ¿Ya acabó la pandemia? De manera oficial aun no. La memoria es demasiado corta. Tal vez un mecanismo de defensa. Recuerdo el comentario de un reconocido neonatólogo del Instituto Nacional de Perinatología cuando le pregunté si un recién nacido tan prematuro y conectado a varias agujas por varios días, tendría algún trauma futuro. ¡Para nada, la memoria humana es tan prodigiosa que se olvida del dolor y del horror para sobrevivir! Ahí se la dejo para su propia reflexión.
Un dato muy interesante: casi nueve de cada 10 mexicanos utilizan cubrebocas, según un estudio de la Universidad de Maryland, y la Universidad Carnegie Mellon junto con Facebook, publicado en el periódico El País. Esto nos revela que a pesar de todo, los mexicano sí somos muy empáticos.
