Por. Paty Betaza
¿Cómo te sientes? La sencilla frase irrita a más de uno. No, no es fácil responder o incluso no se tiene la claridad para expresar exactamente cómo nos sentimos. En estos momentos de pandemia con muchas incertidumbres, cuesta más trabajo expresar las emociones reales porque también existe un miedo a que quien nos pregunte pueda tener la impresión de que estamos deprimidos, ansiosos o hasta paranoicos. La enfermedad mental sigue estando bajo un estigma, que muchas veces quien la padece tiene reticencia a buscar ayuda psicológica o psiquiátrica. No es cualquier cosa. Basta googlear las alertas que ha lanzado la Organización Mundial de la Salud sobre la otra pandemia que tenemos encima, la de las enfermedades mentales. Aumentos de depresión, ansiedad, estrés, suicidios, causan alarma en todo el mundo. Recién leí el libro Permiso para Sentir de Marc Brackett, director del Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale en los Estados Unidos, en el que se hace énfasis sobre la necesidad de conocer los sentimientos, incluso que padres y maestros lo hagan antes de enseñarle a los niños y niñas. Lo interesante que también plantea es que el cerebro, independientemente de la edad que se tenga, siempre está listo para cambiar. Porque aquí datos de este especialista: los estados emocionales negativos, como ansiedad, depresión, estrés, enojo, irritabilidad, etc., se asocian con comer mal, fumar y beber en exceso; uso de drogas, inactividad física y aislamiento social. Dice también que hay una relación entre hostilidad e ira con enfermedades cardiovasculares. Las emociones negativas también pueden tener impacto en el sistema inmunológico de las personas. Hay que leer el libro porque expone formas de contrarrestar esos sentimientos negativos. Por supuesto que dependerá del nivel de enfermedad mental que se tenga para cambiarlos. Habla de la risa y realizar actividades creativas. Al contenido interesante de este libro, agrego lo declarado en una entrevista con El País, del neurocientífico israelí Alon Chen, también en el sentido de que existen formas de contrarrestar los problemas de estrés, como por ejemplo el ejercicio físico, la socialización, aprender cosas nuevas y meditar. Invito a buscar las entrevistas de ambos en Google, si es posible leer el libro de Marc Brackett, pero sobre todo, darnos permiso de sentir y decirlo, y lo mejor siempre, buscar ayuda profesional. Son demasiadas incertidumbres, demasiada carga emocional, como para aguantar por largo tiempo.