Al encabezar el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, el presidente Andrés Manuel López Obrador alertó sobre la prevalencia de la corrupción en el mundo y sostuvo que este fenómeno causa desigualdad, pobreza, violencia y migración.
Destacó “que la corrupción es la causa principal de la desigualdad, de la pobreza, de la frustración, de la violencia, de la migración y de graves conflictos sociales”.
Y como consecuencia de ello, destacó la grave desigualdad en el reparto de vacunas contra la COVID-19, pues “mientras las farmacéuticas privadas han vendido el 94 por ciento de las vacunas, el mecanismo COVAX, creado por la ONU, para países pobres, apenas ha distribuido el 6 por ciento; un doloroso y rotundo fracaso”, consideró.
En este sentido, planteó a la ONU aplicar programas como Sembrando Vida o Jóvenes Construyendo el Futuro, y de esta manera poner fin de fondo a los problemas de los países pobres, al tiempo que reprochó “que el más relevante organismo de la comunidad internacional despierte de su letargo y salga de la rutina, del formalismo; que se reforme y que denuncie y combata la corrupción en el mundo; que luche contra la desigualdad y el malestar social que cunden en el planeta. Con más decisión, profundidad, con más protagonismo, con más liderazgo”.
Agregó no es tarde para que la ONU atienda las causas de la pobreza y no solo las consecuencias.
“Nunca en la historia de esta organización se ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres, pero nunca es tarde para hacer justicia. Hoy es tiempo de actuar contra la marginación atendiendo las causas y no solo las consecuencias”.
Con el propósito de contribuir en la solución de estos conflictos sociales, el mandatario anunció que en los próximos días México presentará formalmente a la Asamblea General de las Naciones Unidas la propuesta de implementar un Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar para garantizar el derecho a una vida digna a 750 millones de personas que viven en condiciones de pobreza en todo el mundo.
“Nunca olvidemos que es un deber colectivo de las naciones ofrecer a cada una de sus hijas e hijos el derecho a la alimentación, la salud, la educación, el trabajo, la seguridad social, el deporte y la recreación”, subrayó.
Explicó que se trata de establecer un Estado Mundial de Fraternidad y Bienestar a través del cual se otorguen apoyos a la población más necesitada del planeta, de manera directa y sin intermediarios, por medio de una tarjeta o monedero electrónico personalizado.
El jefe del Ejecutivo dijo que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional podrían colaborar en la creación de la estructura requerida y en 2022 hacer un censo de los más pobres del mundo.
Una vez definida la población objetivo en cada país se iniciaría la dispersión de recursos para el otorgamiento de pensiones a adultos mayores, a niñas y niños con discapacidad; becas a estudiantes; apoyos a sembradores y a jóvenes que trabajen como aprendices en actividades productivas, así como hacer llegar vacunas y medicamentos gratuitos, añadió.
Los fondos, detalló, provendrán de al menos tres fuentes: el cobro a las mil personas más ricas del planeta de una contribución voluntaria anual del 4 por ciento de sus fortunas; una aportación similar por parte de las mil corporaciones privadas más importantes por su valor en el mercado mundial y, en tercer lugar, de una cooperación del 0.2 por ciento del PIB de cada uno de los países integrante del Grupo de los 20.
“De cumplirse esta meta de ingresos, el fondo podría disponer anualmente de alrededor de un billón de dólares”, apuntó.
La Organización de las Naciones Unidas podría destinar un día de su informe anual para otorgar reconocimientos o certificados de solidaridad a las personas, corporaciones y gobiernos que destaquen por su vocación humanitaria al ayudar a financiar el plan.
“No creo, lo digo con sinceridad, que alguno de los miembros permanentes de este Consejo de Seguridad se oponga a nuestra propuesta pues esta no se refiere a armas nucleares o invasiones militares ni pone en riesgo la seguridad de ningún Estado; por el contrario, busca construir estabilidad y paz por medio de la solidaridad con quienes más necesitan de nuestro apoyo; estoy seguro que todos, ricos y pobres, donantes y beneficiarios, vamos a estar más tranquilos con nuestra conciencia y viviremos con mayor fortaleza moral”, remarcó.