Por. Rodrigo Llanes
Para preparar esta receta se debe estar muy triste. Lo primero que hay que hacer es privar de alimentos a toda la ciudad de México Tenochtitlan. Vigilar con bergantines las lagunas y cortar el acceso terrestre.
Luego se orilla a la clase dirigente a rendirse. En cuanto se presenten, se les arroja un plato de tortillas y frijoles.
Ahora bien, si se está de buen humor, entonces la receta se prepara a la española. Esta forma les gusta principalmente a los tlaxcaltecas.
Se vence a los mexicas en su propio jugo. Se preparan tamales con sus carnes famélicas, ya sin grasa. Se devoran con crueldad y odio, y se le da vuelta de hoja a un sometimiento de años.