Por. Israel Jiménez
Esta semana he vivido una serie de eventos inesperados dentro de mi círculo familiar que me han llevado a una reflexión profunda acerca de cómo nos preparamos o cómo no nos preparamos para una eventualidad médica, un accidente inesperado o una situación de salud no previsible.
En la familia, el mismo día, sucedió un accidente que propició una fractura de tobillo y otro paciente con complicaciones en la vesícula, ambos procedimientos quirúrgicos, ambos inesperados y ambos nos llenaron de angustia y temor.
Primero que nada, permíteme compartir contigo en qué debes ocuparte para no preocuparte. Es decir, debes estar preparado para no sufrir las consecuencias de la poca previsión y desorganización. Las y los mexicanos tristemente no somos previsores, no tenemos una cultura financiera, no somos organizados, vivimos al día.
Te pregunto cosas que viví hora tras hora en estos días. ¿Tienes todos tus papeles en orden respecto a tu cobertura de salud? ¿Tienes en un lugar seguro, accesible y actualizado tu seguro de cobertura médica, ya sea privada o pública? ¿Tienes dado de alta el carnet de tu clínica del IMSS, ISSSTE o alguna otra dependencia de salud, actualizado? ¿Sabes cuál es la clínica familiar que te corresponde y conoces, entiendes y has revisado bien el proceso para tramitar tu incapacidad para después remitirla a tu centro de trabajo? ¿Cuentas con una póliza de seguro de gastos médicos? ¿Está actualizada? ¿Sabes cuáles son los números y puntos de contacto para revisar toda la información y reportar un siniestro o un accidente? ¿Sabes con qué cobertura cuentas y cuándo y cuánto deberás pagar de deducible de coaseguro? ¿Sabes cuál es la red de médicos y hospitales a los que tienes derecho según tu póliza de cobertura?
Son muchas preguntas que deberían tener una respuesta inmediata si eres una persona organizada, previsora e informada, pero si no es así, de un paciente a otro paciente te recomiendo que hoy mismo revises y hagas una lista de cada uno de los puntos que te acabo de mencionar para que estés preparada y preparado con toda esta información que te puede agilizar la vida en los momentos en los que no tenemos cabeza para nada más.
De acuerdo a la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) el 1.45 por ciento de las y los mexicanos cuenta con un seguro de gastos médicos. En cambio, quienes no cuentan con un seguro, enfrentan costos que oscilan hasta 400 mil pesos por atención hospitalaria, por ejemplo, para tratar el COVID-19.
Los seguros son mecanismos que dan alivio y respiro a nuestra cartera, demuestran una cultura previsora ante eventualidades que son imprescindibles e impensadas, pero también para las situaciones que son de riesgo como enfermedades y accidentes. Solo el 15% de la población que trabaja cuenta con un seguro de vida, de acuerdo a datos de la AMIS. Hoy te reitero; protege a tu familia y protege tu economía, garantiza tu tranquilidad y bienestar. Una decisión basada en información y previsión siempre será mejor que una selección basada en la urgencia y en el desconocimiento de nuestros derechos y posibilidades.
También te recomiendo que con base en esta información tomes las decisiones que más convengan a tu familia y a ti mismo al momento de compartir con tus conocidos y círculos cercanos, irremediablemente con un genuino interés de ayudar, todos querrán dar una opinión, un consejo, una historia y o una anécdota. Solo tú debes tomar las decisiones, no hagas encuestas, no busques mil opiniones, ten toda la información y después de analizarla y escuchar, toma una decisión rápida y ejecuta.
Pero déjame terminar de compartir contigo, de un paciente a otro paciente, el círculo familiar, la red de apoyo, tus allegados más íntimos son clave en la recuperación de los pacientes. El trabajo en equipo también debe organizarse, ya que solamente de esta forma la vida puede regresar lo más rápido posible a lo cotidiano y solo con la suma de esfuerzos, muchas veces más de actitudes que de aptitudes, es que la familia y el paciente saldrán adelante. Como siempre, sigue al pie de la letra las indicaciones de tu médico, apégate al tratamiento, en su momento sigue la rehabilitación por el tiempo indicado, dieta y ejercicio, y aumentarán dramáticamente las posibilidades de estar mejor en menor tiempo, recobrar nuestra salud debe ser la meta primera.
Por último, siempre ve lo positivo. ¿Qué me deja esta experiencia como aprendizaje? Si lo vemos de esta forma es una gran oportunidad de unirnos, de ser solidarios, de ser serviciales, proactivos y demostrar con hechos el cariño, agradecimiento y amor, a los que nos rodean y hacía nosotros mismos.
Preguntémonos juntos, ¿Qué va a cambiar en mi vida de manera positiva después de este acontecimiento? ¿Para y por qué una nueva oportunidad? El tiempo de enfermedad y dificultad siempre será más llevadero con una muestra de interés, con un gesto de amistad, con una llamada que da esperanza, un mensaje que da ánimo. Recuerda que en todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de angustia. Personalmente agradezco, con todo el corazón, cada una de las muestras de cariño en estos días complicados. Si tú tienes una o un paciente cercano nunca es tarde para hacerlo sentir bien y darle un abrazo con tus palabras. ¿No crees?
Israel Jiménez. Director Asociado de Atención a Clientes en América Latina. Comunicólogo, con más de 20 años de experiencia en la industria farmacéutica, especializado en el involucramiento de los clientes y el soporte a los pacientes que viven con diferentes enfermedades. Motivado todos los días con un claro propósito profesional de mejorar la vida de las personas, a través del empoderamiento, la información y la promoción del autocuidado responsable que mejora las expectativas de una mejor calidad de vida, para más y mejores años. Convencido de que hoy más que nunca existen nuevos canales para compartir experiencias, historias de éxito y consejos fundamentados en las ciencias de la salud y la atención de los profesionales, los médicos. (@I_JManagement)