Por. Fernando Coca
Fue invencible hasta que un presidente no quiso ser el Primer Priista de México.
Su declive, sin embargo, comenzó con la ruptura de la Corriente Democrática que encabezó Cuauhtémoc Cárdenas.
Luego del arribo de los tecnócratas al poder, de la mano de Carlos Salinas de Gortari, tuvieron que comenzar a ceder posiciones políticas, concertacesiones se les llamaron, hasta que en 1997 los diputados de la oposición fueron más que los del partidazo.
Después de la derrota del año 2000, el PRI no supo recomponerse. Sus conflictos internos lo llevaron a una situación de estabilidad simulada. Peor aun cuando Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo hicieron mancuerna y se quedaron, él con la presidencia del CEN y ella la secretaria General. Después se pelearon, la maestra Gordillo renunció antes de que la expulsaran y Madrazo se ganó la candidatura presidencial para hacer el peor papel de un priista que aspiraba a ser presidente de México.
Enrique Peña Nieto fue candidato y presidente porque desde los tiempos de Arturo Montiel, el priismo mexiquense coptó al resto de sus compañeros de partido y de sector en todo el país. A punta de billetes convencieron a la militancia que el sobrino de Montiel debería ser el presidente de México.
Hoy, el presidente del PRI es Alejandro Moreno, un campechano apadrinado, en su tiempo, por el secretario de Gobernación de Felipe Calderón. Juan Camilo Mouriño quería a Alito como gobernador de Campeche, pero una tragedia se interpuso y Moreno debió esperar para gobernar su tierra.
Alito dejó Campeche para presidir el PRI, pero perdió todo en junio de 2021, incluso su tierra. Ahora, sus detractores lo quieren fuera. El descontento lo encabeza Ulises Ruiz, el exgobernador de Oaxaca acusado de represor. Los priistas se dieron con todo hace unos días, hubo disparo con armas de fuego. Los porros que causaron el zafarrancho fueron, dicen los adversarios de Alito, las huestes de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el dirigente priista de la capital del país acusado de trata de personas.
Eso es el PRI hoy. No hay más Reyes Heroles en sus filas y la última figura a la que le rindieron culto, Luis Donaldo Colosio, ya no es referente.
El PRI ya demostró que solo ganará elecciones en alianza con el PAN. Los únicos priistas con poder y dinero para actuar dentro de su partido son Miguel Ángel Riquelme, gobernador de Coahuila, y Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México. ¿A ellos les interesa el PRI?
La Letrina
Hidalgo se suma a la Ciudad de México y a Oaxaca como la tercera entidad del país que despenaliza la interrupción del embarazo en la semana 12. MORENA ya tiene mayoría en los congresos locales y un partido de izquierda debe apoyar a las mujeres. ¿Harán historia?