Por. Marissa Rivera
Se acabó.
Félix Salgado Macedonio no será candidato a la gubernatura del estado de Guerrero. Al toro bravucón y pendenciero lo agarraron de la cornamenta y lo aplacaron.
Ni sus fanfarronerías ni sus amenazas, amedrentaron a seis de los siete magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que respaldaron la reiterada decisión de INE, Salgado Macedonio incumplió la Ley y no merece ser candidato a gobernador.
La decisión fue una bomba para el partido del Presidente. Están muy enojados. Ni los amagos de legisladores morenistas para acabar con el INE ni la rijosidad de Presidente lograron su propósito. Ablandar a los magistrados.
Las últimas decisiones del Tribunal vaticinaban una decisión favorable para los de Morena. Pero no fue así, los magistrados dieron un golpe de autoridad, frente a los señalamientos de ser “blandos” ante el Presidente.
Lo que no se logró en los juzgados penales se obtuvo por una torpeza y por mentiroso. Félix Salgado acusado de abuso sexual se quedó sin candidatura.
A pesar de ser acusado de “presunto” violador, Morena se aferró y lo postuló. Es más, el mismo Presidente lo defendió y no se diga Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, que hasta pasó una noche con él, en la casa de campaña que montaron frente a las instalaciones del INE.
Las acusaciones de mujeres que aseguraron haber sido violentadas sexualmente por Salgado Macedonio resultaron insuficientes. Incluso a una de las agredidas la dieron por muerta y cerraron el caso. Pero ella no estaba muerta, está bajo protección de una organización por temor a su vida.
Las versiones de las mujeres no tuvieron éxito para bajar de la candidatura al autollamado “toro”. Sin embargo, la ineptitud y la arrogancia lograron lo que no hicieron los testimonios de las mujeres.
No presentó sus gastos de precampaña. Primero argumentó que no era precandidato, a pesar de haber hecho campaña. Luego culpó al partido de no haber presentado dichos gastos, requisito que obliga la Ley.
No respetó la Ley Electoral y se quedó sin su tercera candidatura para ser gobernador de Guerrero.
Félix Salgado Macedonio nunca debió ser candidato y tampoco debería regresar a su escaño en el Senado. Ahora deberían atenderse las acusaciones que pesan en su contra y realizar una investigación seria y exhaustiva, no por la omisa Comisión de Justicia de su partido, sino por las autoridades judiciales, para que no haya impunidad.
Por lo pronto, frente a la lección recibida, el dirigente nacional morenista, a través de las redes sociales acusó al Tribunal Electoral de golpear a la democracia y los derechos políticos de los mexicanos.
A pesar de que los magistrados por mayoría de seis votos a favor y uno en contra, consideraron que Salgado Macedonio actuó de manera dolosa al no entregar informes de ingresos y gastos de precampaña. Violó la ley y tiene costos. Así de sencillo.
Esta vez, sin arrebatos ni bravuconerías, Félix Salgado escribió a través de su cuenta de Facebook que “la última palabra la dice el pueblo. Con el pueblo todo y sin el pueblo nada”.
Hoy a las 12 del día sostendrá una reunión con sus seguidores guerrerenses, quizá para decirles que se perdió la batalla o tal vez para enardecerlos y provocar un conflicto de mayor dimensión. El torito es impredecible.
Saben que no hay nada que hacer, la decisión es irrevocable.
Lo que sin duda es una sorpresa positiva fue la decisión del Tribunal que había evidenciado estar al servicio del poder. Al final solo el Magistrado Presidente, José Luis Vargas, votó a favor de que le regresaran la candidatura a un presunto violador.
Esperemos que ese golpe en la mesa del Tribunal Electoral sea una tendencia. Que a pesar de las presiones del presidente López Obrador, el Tribunal resuelva conforme a la ley.
Lo de ayer fue una buena señal previo a las elecciones del 6 de junio.