Por. Paty Betaza «MIRADA GLOBAL»
Algunas estaciones del Metrobús en la CDMX estaban abarrotadas este fin de semana. Pero también restaurantes, centros comerciales, tianguis, el Aeropuerto Internacional Benito Juárez. En los últimos días se ha visto mucha gente en los parques y calles. Eso sucede en la capital del país, epicentro de la pandemia de COVID19 en México. En contraste, en Chile -ejemplo de vacunación en América Latina por la cantidad de dosis aplicadas-, tuvo que regresar al confinamiento ante el aumento de casos. En Brasil, ahora el epicentro mundial, murieron más de 16 mil personas en esta última semana. Francia e Italia han visto también un aumento de los contagios. En Finlandia tuvieron que cerrarse bares y centros nocturnos. No nos hagamos bolas: el mundo está enfrentando lo que los expertos llaman, una tercera ola de contagios. Por la gran movilización humana en distintas partes del país, previo a la Semana Santa, parece que a los mexicanos les importa poco la posibilidad de que se tenga una tercera ola de contagios. En el mes de marzo, el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador ha mencionado en al menos tres ocasiones, la posibilidad de esta tercera ola. El 6 de marzo hizo un llamado a la población a no confiarse. El 15 de marzo dijo “si viene una tercera ola, que nos agarre vacunados a todos”. El 20 de marzo, “ la vacunación nos dará mas seguridad, pero no hay que confiarnos, porque son olas”. Este fin de semana dijo que la tercera ola de contagios es una posibilidad real pues en Europa y en América está sucediendo. En nuestro país se ha apresurado la vacunación de las personas mayores de 60 años, pero falta mucho para alcanzar a la mitad de la población. En un reciente informe la CEPAL prevé que América Latina alcance hasta el 2023 la inmunización anticovid. Pero, como han dicho las autoridades en Estados Unidos –que ha superado ya los 100 millones de vacunados– no hay que confiarse aun con las vacunas. Y es que la aparición de variantes más agresivas, como la de Brasil, hacen que el uso del cubrebocas y las medidas de sana distancia se pueda alargar hasta el 2022, en el caso de la Unión Americana. ¿La economía y los servicios de salud de México qué tanto aguantarán una tercera ola de contagios? Son demasiados los muertos, demasiado el dolor, demasiadas las pérdidas como para hacer como que no pasa nada. No solo la autoridad es responsable de los costos de la pandemia. También los ciudadanos tenemos que hacer nuestra parte, porque tal vez una tercera ola se convierta en un tsunami para México. Un amigo médico me confesó hace unos días que por hacer una reunión con la familia, varios resultaron contagiados, incluso tres hospitalizados. No nos confiemos demasiado.