Por. Marissa Rivera
Sabíamos que previo a un arranque de campañas electorales, siempre hay señalamientos que desnudan a los candidatos. Si, también mentiras, acusaciones, verdades a medias y guerra sucia.
Sabíamos que candidatos que encabezaban las preferencias, perdieron por señalamientos falsos divulgados en los medios de comunicación.
Sabíamos que Félix Salgado Macedonio era un bravucón que retaba a golpes a sus compañeros en el Senado. Y que, alcoholizado intentaba pelear con policías después de comer pozole y beber mezcales.
Sabíamos que había varias acusaciones contra él por delitos de presuntos “abusos sexuales”.
Lo que no sabíamos era que su amistad con el Presidente estaba por encima de cualquier señalamiento, incluso de posibles violaciones. Esos son amigos.
Ante los fuertes cuestionamientos, en su contra, en redes sociales y en medios de comunicación, la dirigencia de Morena tuvo que simular.
Dejaron que pasara la marcha del 8 de marzo, para anunciar que una vez más, Salgado Macedonio había ganado la encuesta interna de su partido. Con el cínico e inverosímil dato de que ganó en los temas de “el más honesto” y quien “más respeta los derechos de las mujeres”.
Siempre se supo que era el “gallo” del presidente Andrés Manuel López Obrador. Él decidió que Félix fuera el candidato y su instrucción se cumplió a cabalidad.
Incluso las voces de mujeres morenistas que los repudiaron, se fueron silenciando entre la timidez y el miedo de que les llamaran la atención desde Palacio Nacional.
No fue el presidente de Morena, Mario Delgado ni los morenistas guerrerenses quienes tomaron la decisión.
Es más, ni siquiera las “supuestas” encuestas de Movimiento de Regeneración Nacional, que nadie conoce y que todos, piden, transparencia, menos los que ganan. Se trató de un ejercicio vergonzoso de simulación. La decisión ya estaba tomada y fue de AMLO.
Por alguna razón, seguramente muy importante, para el presidente no había otro candidato que Salgado Macedonio, que ya ha perdido dos veces la gubernatura de Guerrero.
Según las encuestas, a cuatro meses de las elecciones, Morena ganaría en el estado, con el candidato que fuera. Entonces, por qué la necedad de que el candidato sea un “presunto” violador de mujeres.
Ni en un hecho tan delicado como este, el presidente López Obrador fue capaz de mostrar sensibilidad y empatía con el movimiento feminista, es más ni con las mujeres de su propio partido.
La postulación del polémico político indigna no solo a las mujeres, sino a todos los mexicanos. En un país donde todos los días son asesinadas 11 mujeres y son violentadas sexualmente cientos de niñas, adolescentes y mujeres de todas las edades, resulta muy grave que el presidente postule, defienda y apoye a un hombre acusado de agresión sexual a por lo menos cinco mujeres.
La narrativa de AMLO de que su gobierno es feminista no sirve de nada, cuando la realidad es otra.
Es claro que el presidente y Morena no quieren arriesgar nada el próximo 6 de junio para mantener la mayoría en la Cámara de Diputados y continuar con el proyecto de la 4T.
Veremos de todo en los próximos meses. Nada pudo tirar a Salgado Macedonio, ni lo podrán hacer. A menos que sea el propio Félix quien renuncie a la candidatura y eso no va a ocurrir.
El “toro”, como se autonombra, anda suelto y muy orondo ya en campaña. ¿Habrá costos políticos? Es muy temprano para saberlo. Y Morena no puede confiarse tanto.
De refilón
Con mentiras insostenibles mostraron su molestia, cobardía e irascibilidad. Los dejaste sin argumentos. Te abrazo, Víctor Trujillo.