• De como el deseo nos muerde y detenemos los planetas un instante
Por Cut Domínguez
Sobre un sofá, eres tan perfecta, tan correcta, tan completamente mía. Tan débil y tan fuerte, tal altiva y tan ansiosa. Sobre un sofá, noche a noche, sueño poseerte, crearte, sentirte, acariciarte, olerte, embargar tu vientre; dulce y caliente. Sendero austero, camino mágico a tu sexo bravo; río creciente. Sobre un sofá, mis manos y mi boca recorren tus pies, tu espalda, tus muslos, tu cuello, diluvio de placer. Me aferro a tu cuerpo, nos cuchichiamos palabras encendidas; al tiempo que te pienso y me piensas, me prendo y te excitas; me arrebatas y te enciendes. Sobre un sofá, tu lengua y mi lengua cada cual con lo del otro, que es lo suyo; sin tiempo y sin espacio. Y, así, caminando en el tejado del cielo, sudando uno a uno, cuerpo a cuerpo, despertamos al animal que llevamos dentro. Tú y yo juntos, hechizados, piel a piel, frente a frente, boca con boca, fracturando los huesos de nuestra exhalación… sobre un sofá.