Por Fernando Coca
El fuego arrasó con el Puesto Central del Control 1, el “cerebro” del Metro de la Ciudad de México y eso se ha convertido en una tragedia para quienes vivimos en la Megalópolis.
Ese incendio, que sabremos si pudo ser evitado cuando se entreguen los dictámenes de los peritos, es el resultado de una serie de acciones NO realizadas por el gobierno de Miguel Ángel Mancera y la administración actual.
Es cierto que la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum recibió una ciudad marcada por la delincuencia, la corrupción, la falta de mantenimiento en las áreas estratégicas para el funcionamiento de la capital del país, pero también hay responsabilidad por no: 1. Hacer público las áreas de la administración pública que se encontraban en focos rojos y, 2. Por no ejercer acciones administrativas, civiles y penales para que los responsables del derrumbe de la ciudad enfrentaran su pésima actuación la administración 2012-2018.
El fuego comenzó en el cobarde y criminal atentado en contra de Omar García Harfuch. Durante el (des)gobierno de Miguel Ángel Mancera se negó la presencia de los cárteles del crimen organizado en la ciudad cuando el gobierno de Mancera permitió que se asentaran en la CDMX.
A la administración de Mancera no le funcionó su sistema de espionaje -el cual se dedicó a escudriñar ilegalmente a políticos -aliados y no-, a periodistas, empresarios, funcionarios del gobierno federal y de varios estados, además amigos del propio exjefe de Gobierno. A eso se dedicaron y no a combatir a la delincuencia.
El incendio se propagó en la administración mancerista en casi todas las dependencias en forma de corrupción. ¿Cuántos funcionarios de esa época están siendo investigados, juzgados o prófugos por sus malos manejos en el erario?
Lo del Metro es consecuencia de su estrategia política, mal planeada y peor ejecutada, para descarrilar la carrera política de Marcelo Ebrard y pegarle en la línea de flotación al movimiento que encabezaba en ese momento Andrés Manuel López Obrador. Tan mal les salió la jugarreta que hoy AMLO es presidente de México y Ebrard se ha convertido en el servidor público que mejores resultados le da al presidente y al país.
Los transformadores que se incendiaron en el Metro debieron ser renovados en la administración de Joel Ortega Cuevas y Jorge Gaviño como directores del Metro. No lo hicieron y transfirieron las consecuencias al gobierno actual. Algunos podrán decir que quienes llegaron tenían la responsabilidad de actuar en consecuencia, y tienen toda la razón, pero no podemos dejar de señalar a quiénes decidieron postergar las decisiones estratégicas para ¿provocar? que el incendio quemara a otros.
La Letrina
Los del norte trabajan, los del centro administran y los de sur descansan. La frase es de un acomplejado senador de Movimiento Ciudadano que quiere gobernar Nuevo León. ¿En serio los regios no aprendieron con El Bronco? Lo único que diferencia a Samuel del gobernador es la edad. Su mentalidad bizarra, clasista y machista los hace idénticos.