Ruego, imploro y suplico que el zar contra el COVID-19 no nos diga que las vacunas diseñadas para detener la pandemia pueden generar “una falsa sensación de seguridad”.
Hugo López-Gatell ha negado hasta puntos insoportables para la lógica, que el cubrebocas es eso, un pedazo de tela que da una falsa sensación de seguridad para no infectarse.
He recibido comentarios de miembros de la comunidad científica que el subsecretario más poderoso del país tiene una postura poco entendible con respecto a las vacunas anticovid. Es más, afirman que la estrategia para su aplicación no está lista y que, a comparación de lo que ya sucede en Inglaterra, en donde desde hace meses saben a quién, cómo y cuándo aplicarán la vacuna, en México el científico más político del gabinete ha trabado los permisos para su importación.
El esfuerzo realizado por el canciller Marcelo Ebrard y su equipo, al mando de Martha Delgado, ya nos aseguró la dotación de las vacunas para enfrentar la crisis sanitaria. El presidente López Obrador así lo instruyó y desde la Secretaría de Relaciones Exteriores se cumplió al pie de la letra el mandato presidencial.
Lo que los mexicanos esperamos del zar anti COVID-19 es que esté a la altura de esta crisis histórica y que las vacunas entren a México sin las trabas burocráticas de la COFEPRIS.
Algunas fuentes de esa instancia me dicen que, por ejemplo, la vacuna contra la influenza que se está aplicando el trivalente, que protege contra AH1N1, AH3N3 y un virus B, mientras que la tetravalente, que cubre de un virus B adicional que da un nivel de protección más amplio contra los virus de influenza. Ante la temporada de fríos y el COVID-19 esa vacuna tendría mejores efectos para evitar enfermos de influenza que se convirtieran en víctimas de la pandemia. La COFEPRIS habría dejado pasar la trivalente pero la tetra no.
Por lo pronto, no nos queda más que seguir, en la medida de lo posible, resguardados en casa con el home office el mayor tiempo que se nos permita, lavarnos continuamente las manos, traer nuestro gel antibacterial y, lo más importante, mantener la sana distancia y esa sensación de seguridad que nos da el cubrebocas. Aunque el político científico se burle de nosotros, yo le recomiendo usar ese pedazo de tela.
La Letrina
Esta semana salió de la imprenta el libro Línea Dorada, los lobos al acecho. ¿Quién ordenó cerrarla? Ese texto es autoría de quien redacta estas líneas y ahí le cuento una parte de la historia, poco conocida, del cierre de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México. El libro está a la venta en www.lectorum.com.mx y en el local 9 del Pasaje Pino Suárez, que se ubica entre las estaciones Zócalo de la Línea 2 y Pino Suárez, de la Línea 1 del Metro de la Ciudad de México. En unos días más lo podrá encontrar en las librerías que acostumbra visitar. De antemano, le agradezco la lectura.