En lo que San Gregorio Magno (Papa número 64, y proclamado uno de los cuatro Doctores en el equilibrio de las actividades políticas y religiosas para el que hacer del papel de El Pontífice) mencionaba que las imágenes que se utilizaban en las iglesias, era de manera tal para aquellos que son iletrados, y puedan “leer” sobre las paredes, lo que no pueden leer en los libros; puesto que la escritura, es para los letrados. Demos contexto histórico a estas palabras escritas entre los años 593 y 594 D.C. (no es para ofendernos en realidad).
He dedicado una buena parte de mi vida a estudiar la imagen fotográfica, la pintura, pero hoy haré referencia a la caricatura, esa expresión antiquísima que, desde sus inicios, se ha utilizado como un instrumento artístico ligado al humor y a la sátira política,
La caricatura, proviene del vocablo italiano “caricare”, que significa cargar, exagerar, está representada por un retrato que excede rasgos o distorsiona la apariencia física de una o varias personas, para crear un parecido fácilmente identificable y generalmente, humorístico. Especialistas en el tema señalan las raíces de la caricatura es en el Renacimiento, concretamente siglo XVI. ¡Por favor! que cinco siglos después no nos amarguen el humor, el sabernos reír de la sátira política, de aquello que como iletrados en el tema (por que estar mal informados o desinformados no nos convierte en especialistas, solo en “opinistas”) y también ignorantes en el tema político nacional e internacional. La imagen de la caricatura es un medio de comunicación que “grita humorísticamente” a nosotros los no conocedores del tema, las posturas y críticas de los actores políticos.
Claro está, la diversidad de expresión encontramos imágenes a favor y en contra de una misma situación, o mejor aún, “la invisibilidad” del tema, el punto ciego que la política no quiere que la sociedad vea. Pero esa es otra postura visual que abordaré en otra ocasión.
De las tantas caricaturas y representaciones que en estos cuatro años de mandato ha tenido Donald Trump como presidente de Los Estados Unidos de Norte América. Hay una unanimidad en los posts de este espacio colectivo llamado redes sociales.
La caricatura con la que inició su mandato con relación a la Estatua de La Libertad, y caricatura con la que finaliza sus cuatro años como presidente, también relacionado con la Estatua de La Libertad y, el entorno de pandemia que ha marcado todos los acontecimientos de este año:
La transición entre una imagen y otra, no sólo es el tiempo, es el significado de la devaluación de su postura desde un inicio.
Los especialistas lo catalogan de “populista”, soy ignorante para calificarlo, pero desde la cultura popular puedo argumentar con los títulos de los libros que escribió:
Piensa como millonario, El secreto de éxito, Cómo hacerse rico, El Arte de vender … Me es inevitable pensar en el Best Seller de Og Mandino: El vendedor más grande del mundo, y sólo por el título relacionarlo a Trump.
Todos los títulos anteriores son libros denominados de “autoayuda”. Muy socorridos en épocas de crisis personales, sociales o mundiales, como fue este año 2020, donde las ventas de esta clase de libros repuntaron.
Respecto a los libros de autoayuda, se le reconoce Samuel Smiles, de origen escocés, como el primer autor en 1859. Lo interesante de sus publicaciones es que la “autoayuda”, no era como la conocemos hoy, mucho menos, lo que Trump ha escrito. Smiles, dedicó su vida a la ayuda social, fue editor del periódico Leeds Times, fue secretario de la Asociación Leeds para la Reforma Parlamentaria, organización en pro del sufragio universal para todos los hombres mayores de 21 años, impulsó causas radicales desde el voto de la mujer hasta el librecambismo para convertirlas en reformas parlamentarias. (Hoy, base de la economía de la Unión Europea), también se manifestó en pro del sufragio libre y secreto. ¿Recuerda que antes de las redes sociales, esta frase se publicitaba en épocas electorales? La razón es que las redes sociales crean falsas percepciones en los usuarios, y manipulan con las famosas “encuestas” al pueblo “iletrado”, nosotros, la mayoría que solo entendemos con “caricaturas” lo que está pasando a la sociedad, y no comprendemos del todo las estadísticas, ni las leyes… esa es la importancia de la imagen.
Después de que Samuel Smiles dedicó su vida a la autoayuda social, entonces comenzó a escribir la autoayuda individual.
Un año después de escribir su libro titulado Deber, declaró:
“El trabajo es exigente y sus ganancias son lentas. Algunas personas deciden vivir del trabajo de otros, y desde el momento en el que llegan a tomar esa decisión, se convierten en enemigos de la sociedad. […] El esnobismo no se reduce a la adulación de los ricos, sino que se despliega con frecuencia al adular a los pobres… Ahora que las “masas” ejercen poder político, hay una tendencia creciente hacia su adulación, su halago, hablarles sólo con palabras dulces. Se les acreditan virtudes que saben que no poseen. Para ganar su simpatía, frecuentemente fingen tener interés por los desprotegidos. El agitador popular tiene que complacer a las personas a quienes se dirige, y siempre es muy gratificante para nuestro amor propio que nos digan que hay alguien a quien culpar por nuestro sufrimiento. Es muy raro que pase que estos oradores sugieran que, aquellos a quienes se dirigen, sean a quienes culpen por su sufrimiento, o que hagan un mal uso de los medios para obtener la felicidad que está a su alcance…”.
Que lejos está “Trump” de “Smiles”, y no me refiero a los apellidos de los políticos que escriben autoayuda.
Cristina Ortega Domínguez. Fotógrafa desde hace 27 años, amante de la imagen en cualquiera de sus expresiones, fundadora de Arte NiNi A.C. Doctorante en Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades.
Autora de los libros: “Psicografía. El dibujo de la mente”: Percepción-interpretación de fotografías en la interacción de las redes sociales como exteriorización psico-emocional (2019) y “La Psicografía”: La identidad a través de la imagen fotográfica (2016).
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