Inicia el regreso a clases, pero en casa. La situación estresa a padres y alumnos. Ximena Solórzano tiene ocho años de edad. Estudia en la Escuela Rafael Aguirre Cinta de Acayucan, Veracruz. Desde marzo, cuando comenzaron las medidas restrictivas por el COVID19, tuvo que “adaptarse” a terminar el año escolar vía cualquier herramienta tecnológica que estuviera disponible, Zoom, WhatsApp, Skype. Así concluyó su tercer año.
Hoy comienza el cuarto año de primaria y dice que ahora su maestra formó un grupo en WhatsApp y que estará conectada con los alumnos de 8 a 9 de la mañana y de 9 a 12:30 horas, tendrá que tomar clases por televisión. La situación, no le gusta pero aún así se esforzó los últimos meses del pasado ciclo escolar y obtuvo las mejores calificaciones del grupo. Su abuela y papá siempre pendientes de Ximena, reconocen que es un cambio muy brusco y que tendrán también que adaptarse a los horarios. Hay opciones, según explicaron, a fin de no afectar sus compromisos laborales.
Así 30 millones de estudiantes de educación básica del país se preparan para enfrentar este nuevo reto para el que nadie estaba preparado. El profesor de secundaria Antonio García dice que también para ellos es una situación estresante pero que está dispuesto hacer todo lo que esté a su alcance.
El COVID19 obligó a adaptar las clases con las nuevas tecnologías. En sectores desfavorecidos donde no se cuenta con Internet, la educación básica y media será a través de seis canales de televisión abierta. Ya se tiene la experiencia con la telesecundaria, pero ahora el reto cobra enormes dimensiones, sobre todo con los niños y niñas de educación preescolar y primaria, que de acuerdo con especialistas, es más difícil lograr la concentración.
En su informe Education in the time of covid19 and beyon, la UNESCO estima que 24 millones de alumnos podrían desertar de clases durante esta pandemia en todo el mundo. Incluso el secretario General de la ONU, Antonio Guterres, habla de una generación perdida y déficit de aprendizaje que podrían agravar las desigualdades y socavar décadas de progreso.
El secretario de Educación Pública Esteban Moctezuma aconsejó a los padres cuatro recomendaciones: establecer rutinas, tener un espacio fijo, dar acompañamiento y mantener contacto con los maestros.
Ese es el reto de la educación con el COVID19. Por lo pronto se ve lejano el regreso presencial a las clases. Los últimos números de la pandemia en nuestro país así lo dicen: 60 mil 480 fallecimiento y 560 mil 164 casos confirmados acumulados. No hay de otra y esperemos que como Ximenita, muchos niños y jóvenes logren sortear este este grandísimo reto.