La emergencia sanitaria es el mejor momento para sensibilizar a la sociedad, empresas, sindicatos, Iglesias y fuerzas políticas sobre la necesidad de involucrar a los varones en las tareas del cuidado de la vida y la salud, expusieron especialistas convocadas por Inmujeres al foto virtual “Nuevos pactos, nuevas miradas: hacia un futuro igualitario”.
Nadine Gasman, presidenta de Inmujeres y moderadora del debate, aseguró que el Gobierno de México está comprometido con la construcción de una política de los cuidados que redistribuya la carga de las labores domésticas en los hogares, mismas que tienen un valor equivalente al 23 por ciento del PIB.
“Es una tarea muy importante para un gobierno de transformación”, expuso la funcionaria.
La titular del Inmujeres afirmó que la emergencia derivada del COVID-19 colocó en el centro del debate público el tema de los cuidados y del uso del tiempo.
“Este es un momento crucial para construir una nueva normalidad que sea más solidaria para las mujeres. Y aunque la pandemia ha acentuado las desigualdades, también las ha visibilizado en un país donde las mujeres, antes de la pandemia, ya trabajaban tres veces más que los hombres en los cuidados domésticos, una proporción que no ha cambiado mucho en los últimos 15 años”, describió Gasman.
La académica y feminista española Ángeles Durán Heras, Premio Nacional de Sociología y Ciencias Políticas 2018 y consultora de la UNESCO, ONU y CEPAL, alertó que este es el momento de la movilización de las mujeres para reclamar todos los pactos necesarios del Estado a favor de un reparto igualitario de las tareas, porque de lo contrario la carga y los costos seguirán recayendo en ellas, como ya sucedió con el trabajo y la educación a distancia, así como con la atención a los enfermos. “Los hogares se han convertido en escuelas, en clínicas y hospitales”, detalló.
La especialista en el tema del trabajo no remunerado e investigadora de la Universidad Complutense de Madrid consideró imprescindible que el valor del trabajo doméstico sea incluido en las cuentas nacionales y que los medios de comunicación sean aliados en la difusión de ese aporte económico invisibilizado y en la concientización de que las tareas del hogar debe ser compartidas.
“Porque muchos varones han pasado por el aprendizaje. Pero lo único que quieren es olvidarlo. No nos hagamos muchas ilusiones. Porque no nos van a regalar nada (…) Nuestro mayor enemigo ahora mismo es la resignación. Las mujeres deben seguir movilizándose. Que la sociedad sepa que van a seguir colaborando como la que más, pero que los demás también deben hacerlo (…) Es el momento de la movilización, la paciencia y la solidaridad”, argumentó Durán Heras.
Edith Pacheco Gómez Muñoz, académica de El Colegio de México, coincidió en que este el momento adecuado para que Inmujeres lance una campaña que movilice a muchos sectores en el reconocimiento del trabajo no remunerado que se realiza en casa.
“Este es el momento de concientizar, de sensibilizar a los medios y hacer conciencia del valor del trabajo del cuidado, que finalmente es el cuidado de la vida. Eso es el reto a comunicar”, expuso la académica.
Dijo Pacheco Gómez Muñoz que en la nueva normalidad hay que convencer a las personas de que el reparto de los cuidados en el hogar es desigual y que en la nueva normalidad esto no debería seguir así.
La maestra Mercedes Pedrero Nieto del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM sostuvo que esta emergencia es una oportunidad para que se reconozca el trabajo doméstico históricamente oculto. “Necesitamos preparar a la sociedad para la redistricución solidaria y compartida de las tareas de la casa. Porque hasta ahora pretender la conciliación en el hogar del trabajo en línea y de la educación en línea es una trampa porque todo se ha recargado en las mujeres”, alertó.