En mis tiempos, si un compañero de escuela vivía enamorado de un cantante o una actriz cuya imagen pegaba en los cuadernos, se decía que esa “estrella” del cine o la música era su “amor platónico”.
Hoy, los jóvenes comparten en sus redes las fotos o noticias de sus ídolos y las llaman “mi crush”.
No soy joven ni uso mis redes para esos menesteres, pero este mes del amor y de los Óscares caí rendida a los encantos de mi crush coreano.
Mi amor platónico hoy es reconocido en todo el mundo por su papel de padre adinerado en la multipremiada Parásitos, de Bong Joon-ho, aunque apenas hace un año Lee Sun Kyun sólo era famoso para los asiáticos y los fans internacionales de los k-dramas.
A Lee Sun Kyun lo descubrí hace tres años gracias a su papel protagónico en el drama Listen to Love, en el que interpreta a un marido en sus 40 atribulado por la supuesta infidelidad de su mujer.
Las telenovelas surcoreanas sorprenden por la factura, guión y actualidad de temas. En esta comedia romántica de enredos las redes sociales son las culpables de muchas buenas y malas, igual que en Parásitos.
De acuerdo con Wiki Drama, el actor de porte distinguido y aspecto atlético que Bong eligió para encarnar a Park Dong-ik en la hoy ganadora de cuatro premios Oscar, ha actuado en 16 telenovelas, más de 30 películas, musicales, cortometrajes y, por si fuera poco, también ha sido la “cara” de muchas marcas extranjeras en su país.
A pesar de toda su trayectoria, la fama internacional le llegó vía Hollywood –a sus 44 años– gracias a Parásitos, al igual que a todos sus compañeros de reparto que, como él, son destacados actores de cine y televisión en su país.
Pero no soy tan clasista como para enamorarme sólo del actor más guapo y elegante de Parásitos, quien por cierto es el modelo asiático para la firma suiza de relojes Mido.
No. Porque también estoy enamorada de Song Kang-ho, quien hace el papel de padre pobre y chofer que vive con su esposa e hijos en los sótanos de un suburbio de Seúl. La sonrisa desenfadada y sarcástica del actor de 53 años también encanta. Gracias a su destacada carrera como actor de cine -por cierto autodidacta- en diciembre pasado el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo surcoreano le otorgó la Orden Okgwan al Mérito Cultural.
Y qué decir de la bellísima Park So Dam, quien se roba la cámara en su papel de la intrépida, temeraria y astuta joven maestra del engaño que envuelve y seduce a una pobre madre rica wannabe.
Parásitos ha hecho historia no sólo como película, también como reparto, pues por primera vez el premio al “Mejor elenco” en los SAG Awards número 26, fue otorgado a un reparto de idioma extranjero. Y es que, ¡qué casting!
Mi crush es con Sun Kyun y con todos los actores de Parásitos que hoy nos hacen vivir la euforia del cine coreano y su ascenso a la escena internacional de los grandes foros.
Feliz San Valentín.