Redacción / México.– Sin la presencia de la activista Rosario Ibarra de Piedra, el Senado de la República le entregó hoy la Medalla Belisario Domínguez a su hija Claudia Piedra Ibarra, quien acudió en su representación.
En un hecho poco común, la hija de la Ibarra de Piedra le dejó en custodia la Medalla al presidente Andrés Manuel López Obrador y le pidió que se la devolviera hasta que hayan regresado los desaparecidos.
“Señor presidente Andrés Manuel López Obrador, querido y respetado amigo, no permitas que la violencia y la perversidad de gobiernos anteriores siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad de la ignominia. No quiero que mi lucha quede inconclusa, es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares, y con la certeza de que la justicia anhelada por fin los ha cubierto con su velo protector“, leyó Claudia Piedra en un mensaje que envió la luchadora social.
En el Salón de Plenos de la vieja casona de Xicoténcat, al hacer uso de la tribuna, Claudia Piedra recordó las luchas que han dado los familiares de cientos desaparecidos por más de 40 años, sin que hasta el momento tengan consigo a sus “amados desaparecidos”, quienes fueron privados de su libertad, torturados y recluidos en cárceles clandestinas.
Así mismo, le pidieron al primer mandatario escuchar las demandas de los integrantes del Comité Eureka!, para que reciban una respuesta y les regresen a sus familiares desaparecidos.
Por su parte, Ifigenia Martínez Hernández, Senadora del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), consideró que “Rosario Ibarra de Piedra es un caso paradigmático y por eso fue elegida para recibir esta presea. En esta ocasión es motivo de orgullo que sea una mujer y madre quien reciba la presea Belisario Domínguez”.
Jesús Piedra Ibarra fue acusado de pertenecer a la Liga Comunista 23 de Septiembre. Lo detuvieron, lo torturaron y lo desaparecieron fuerzas de seguridad nacional que sirvieron a los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Desde entonces, desde principios de la década de los 70, Rosario Ibarra inició una lucha que la llevó a entrevistarse con presidentes, a recorrer oficinas de Gobierno, a plantarse en las afueras de los cuarteles militares y emprender decenas de acciones para pedir la aparición de su hijo.