Fue un 17 de octubre, pero de 1953, que la lucha femenina abrió la posibilidad de que las mujeres pudieran participar en la vida política de nuestro país, al emitir su voto.
Y es que con el sufragio para las mujeres no sólo inició la igualdad en la participación política, además se abrió la oportunidad de decidir sobre su vida y la posibilidad de ser electas para estar en cargos de representación pública.
Se estima que en el estado de Yucatán existieron peticiones para que las féminas pudieran votar desde 1916, sin embargo no fue sino hasta 1923 cuando se reconoció este derecho a nivel municipal y estatal.
Sin embargo, cuando el gobernador Felipe Carrillo Puerto murió asesinado en 1924, las cuatro tuvieron que dejar sus puestos.
En San Luis Potosí, las mujeres obtuvieron el derecho a participar en las elecciones municipales en 1924 y en las estatales en 1925. No obstante este derecho se perdió al año siguiente.
Fue hasta el gobierno de Lázaro Cárdenas, en 1937, cuando se lanzó la iniciativa de reforma al Artículo 34 de la Constitución, donde se solicitó por primera vez el derecho a la mujer de votar y obtener cargos de elección popular.
Dicha iniciativa fue aprobada por Cámara de Senadores y Diputados, sin embargo en la última fase del proceso legislativo no se hizo la declaratoria de Reforma Constitucional como lo indica el Artículo 135.
Una década después, señala la Universidad de Guadalajara (UDG), el 17 de febrero de 1947 durante la presidencia de Miguel Alemán se publicó en el Diario Oficial la reforma al Artículo 115 de la Constitución que concedía a las mujeres el derecho de votar pero sólo en las elecciones municipales.
Esta medida es considerada un gran avance, ya que les daba un lugar a las mujeres en la vida política del país aunque fuera uno muy restringido.
En una de las primeras jornadas electorales en Chiapas a finales de ese mismo año, la mujer mexicana finalmente ejerció este derecho.
Posteriormente, el 4 de diciembre de 1952, el Partido Acción Nacional (PAN) solicitó concluir el trámite de la iniciativa presentada por Cárdenas en 1937, pero el 9 de diciembre, el mismo presidente presentó su propia iniciativa de ley.
El 17 de octubre de 1953 apareció en el Diario Oficial de la Federación un decreto en el que se anunciaba que las mujeres tendrían derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular.
De esta manera, dos años más tarde, el 3 de julio de 1955 por primera vez las féminas mexicanas emitieron su voto en unas elecciones federales para integrar la XLIII Legislatura del Congreso de la Unión.
Con ello, México ingresó a la fila de los países que otorgaron el derecho de votar a las mujeres y se posicionó como la quinta nación de América Latina en concederlo.