En Homenaje a don Miguel León-Portilla, presentamos algunos fragmentos del Epistolario de Ángel María Garibay, cuya próxima publicación preparan Boris Berenzon, Huitzilihuitl Catalán, Saray Curiel, Gustavo Garibay y Dante Ortiz. León-Portilla escribió sobre el padre Garibay: “Fue él raro ejemplo de humanismo sin fronteras, tan interesado en descubrir lo nuestro como en allegar para la cultura patria la riqueza espiritual del mundo clásico. Se han ponderado, y habrán de valorarse más, sus merecimientos de estudioso de los textos nahuas, grecolatinos y hebraicos. Monumento de sabiduría siempre asequible son sus obras, presencia del humanista que de sí mismo dijo: «Si soy el primero en acoger las ideas nuevas, soy igualmente el último en olvidar las antiguas»”[1].
El Epistolario de Ángel María Garibay no sólo nos brinda un nítido retrato suyo hecho con sus propias palabras: también da cuenta de la intensa actividad intelectual de su época y de sus relaciones personales. En esta selección podemos apreciar, además, la figura de don Miguel León-Portilla, la relación cotidiana de trabajo y conocimiento que ambos eruditos mantenían, compartiendo la pasión por la historia y la literatura, así como el afán por la comprensión profunda de los pueblos originarios.
BUEN GOBERNADOR, 7
MADRID
20-III-58
RDO. P. ÁNGEL MA. GARIBAY
CALLE DEL BUEN TONO, 347
COLONIA INDUSTRIAL
MÉXICO D.F.
Distinguido Señor:
Por indicación de nuestro común amigo, el Dr. D. Miguel León Portilla, subdirector del Instituto Indigenista Interamericano, he tenido mucho gusto en remitirle por correo aparte un ejemplar de mi obra Floresta Literaria de la América Indígena.
Es esta Floresta, como Ud. verá, una antología de lo más significativo y bello que los indígenas americanos han producido en el campo literario, antes de la llegada de los españoles y aun en tiempos más recientes, en regiones aún no aculturadas. Le precede una breve introducción y otras aún más cortas a cada una de las partes en que se halla dividida la antología, con el fin de ambientar al lector, introducirle en un campo por completo ignorado en Europa y que tantas bellezas encierra. Es, en suma, un libro de divulgación, pero hecho con mucho cariño, porque creo que el tema lo merece y porque también creo que los lectores europeos merecen que se les abra los ojos a tan exquisitas bellezas literarias. En lo concerniente a Méjico, me he basado principalmente en su obra Historia de la literatura náhuatl, donde he hallado —como así lo declaro en la introducción de mi antología— las mejores traducciones de los poemas mejicanos antiguos.
Cuando me disponía a escribirle a Ud. para anunciarle este envío, me han comunicado de la Editorial Aguilar que han recibido una queja de la Editrorial Porrúa por haber publicado los textos a que antes me refería de su propia obra. Estoy seguro de que actualmente, ante las explicaciones que la Editorial Aguilar ha dado a Porrúa, no habrá ninguna dificultad a este propósito. Sin embargo, yo quiero rogarle a Ud. que interceda en este asunto, ya que no ha habido ni por mi parte, ni por parte de la editorial Aguilar, mala intención ninguna. Todo lo contrario: como podrá observar en el libro, he mencionado expresamente cada una de las citas que he tomado de su libro indicando páginas, así como la explicación de por qué he hecho la selección sobre su obra. Al contrario de lo que piensa Porrúa, he creído que la mención de su obra iba a servirle más de propaganda que de otra cosa, ya que cualquiera que quiera ampliar su conocimiento sobre la literatura náhuatl tendrá que recurrir necesariamente a su obra. Estoy seguro de que Ud. comprenderá así mi actitud y el criterio que ha guiado a los editores.
Siempre he creído obrar con honradez científica hasta el último extremo al mencionar siempre mis fuentes, y es ésta la primera vez que recibo quejas, aunque al mismo tiempo no dudo de que estas quejas no provienen de Ud., sino de un mal entendido por parte de la Editorial Porrúa.
Dígame si puedo obsequiarle en algo. Con mucho gusto trataré de complacerle.
Sin más por ahora, reciba al mismo tiempo que mi más sincera admiración, la consideración más distinguida de José Alcina [2].
México, D. F., a 9 de octubre de 1958
Rev. Padre Ángel María Garibay K.
Buen Tono 347, col. Industrial
Presente
Muy estimado Padre y Maestro:
Por medio de ésta quiero avisarle que desgraciadamente no podré estar con usted el día de mañana. La razón es que mi mamá y hermana han querido salir fuera de México este fin de semana. El próximo martes iré a verlo a usted, esperando le sea posible recibirme.
Junto con ésta le envío uno de los primeros ejemplares de la Legislación Indigenista de México, así como el libro Crónicas indígenas de Guatemala, que remitió a usted por conducto de este Instituto el Dr. Adrián Recinos [3].
Queda de usted, como siempre, su discípulo que mucho lo aprecia
[Rúbrica]
Dr. Miguel León-Portilla
Subdirector
México D. F., a 16 de noviembre de 1960
R.P. Dr. Ángel Ma. Garibay K.
Calle del Buen Tono 347
Colonia Industrial
Ciudad de México
Muy estimado Padre y Maestro:
La portadora de la presente es la Sra. Thelma Sullivan [4], estudiante en el Seminario de Cultura Náhuatl y persona acerca de la cual me mostró usted que le pedían información del Programa de Becas de la Organización de Estados Americanos.
La Sra. Sullivan está preparando la primera traducción al inglés completa de la Historia de Sahagún.
Desgraciadamente, no podré ir a su casa el día de hoy. Sigo con el ajetreo de la mudanza y preparando un viaje imprevisto. Debo concurrir a una junta de directores de organismos de la OEA, de la que forma parte el Instituto. Saldré a Washington el sábado próximo por la noche y regresaré por el 3 o 4 de diciembre. A mi regreso tendré el gusto de platicar con usted. Perdóneme por esta informalidad.
Queda, como siempre, su amigo y discípulo que mucho lo aprecia
[Rúbrica]
Dr. Miguel León Portilla
Director
México, D.F. a 5 de enero de 1963
Querido y admirado Padre Garibay:
Confiamos en que nuestro común amigo Miguel León-Portilla ya le hubiera hecho a estas horas, a nombre de la señora Carmen Toscano de Moreno Sánchez [5], una invitación para cenar, en compañía de Carlos Pellicer [6] y otros amigos de usted, la noche del lunes 7 de enero.
Desafortunadamente no hemos dado con León-Portilla; con estas letras le anticipo la invitación que le haré en el curso del día o mañana en las primeras horas. Ojalá pueda aceptar acompañarnos.
Lo saluda con afecto su siempre devoto
[Rúbrica de Andrés Henestrosa] [7]
12 de febrero de 1963
Señor Académico Dr. Don Ángel María Garibay K.
Buen Tono 347
Col. Industrial
Ciudad de México
Por acuerdo que nuestra Academia tomó en su sesión del 25 de enero último, queda constituida la Comisión de Filología, que se encargará, especialmente, de resolver las consultas que se presentan a nuestra corporación y de la revisión de papeletas.
Dicha comisión sesionará dos veces al mes: los viernes primeros y terceros.
Sus dictámenes se pasarán a la consideración de la Academia en sus sesiones ordinarias, y la resolución respectiva se comunicará a la Academia Española, por lo que toca a papeletas, y a los consultantes, cuando se trate de algo especial.
En unión de los académicos señores Don Francisco Monterde [8] —director—, Don Daniel Huacuja [9], Don Manuel Alcalá [10], Don Miguel León-Portilla, Don Rubén Bonifaz Nuño [11] y del suscrito, fue usted designado para integrar dicha Comisión de Filología.
En espera de que se servirá de aceptar este encargo, reitero a usted las seguridades de mi más atenta consideración.
[Rúbrica]
Lic. José Ignacio Dávila Garibi [12]