Hasta hoy, la Alerta de Violencia de Género en México ha sido un fracaso. Se trata de un mecanismo, único en el mundo, de protección para los derechos humanos de las mujeres, que ha destacado por ineficaz.
No se ha encontrado la manera de evitar el terror que sufren las mujeres por acoso, agresiones físicas, violaciones, asesinatos y feminicidios.
En el 2007, se creó la Alerta de Violencia de Género que trajo consigo la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Acciones emergentes para erradicar la violencia contra ellas, con protocolos de investigación sobre feminicidios y programas destinados a la prevención.
La encargada de hacer la declaratoria de alerta es la Secretaría de Gobernación a solicitud de organismos de derechos humanos nacionales e internacionales y organizaciones de la sociedad civil.
Sin embargo, emitir la declaratoria no ha sido sencillo, más allá de la cruel inoperancia de la alerta.
Para los gobiernos estatales, la solicitud de emitir la declaratoria, es una ofensa e incluso una derrota, porque pone en evidencia los malos resultados en cuanto a la protección y erradicación de la violencia contra las mujeres. Por ello no la aceptan fácilmente.
El Estado de México fue una de las primeras entidades donde se emitió la alerta, luego de las más de 920 mujeres asesinadas entre 2005 y 2010, durante la gubernatura de Enrique Peña Nieto.
La solicitud fue presentada en 2010, pero un mes después de emitida, se determinó su improcedencia.
Activistas interpusieron un recurso de amparo y luego de cinco años de litigio, se otorgó la declaratoria en 12 municipios mexiquenses. Así de complicado lo hacen.
Lo mismo ocurrió en la Ciudad de México. Organizaciones sociales solicitaron la alerta en septiembre de 2017 por el aumento de la violencia contra las mujeres.
En noviembre de 2018, la Comisión Nacional de Víctimas, CONAVIM, determinó que no era necesario declarar la alerta en la capital porque el gobierno de la CDMX estaba trabajando en la erradicación de la violencia contra las mujeres, esto, a pesar del aumento de los feminicidios.
Diversas organizaciones insistieron y provocaron que apenas, hace unos días, un juez federal concediera un amparo que obliga a la Secretaría de Gobernación a emitir Alerta de Violencia de Género para la Ciudad de México, a más tardar el 30 de septiembre.
Tan solo, durante los primeros seis meses de este año, en la capital del país fueron denunciados 26 delitos de feminicidios y 99 homicidios dolosos contra mujeres. Además, 300 llamadas de emergencia para denunciar abuso sexual, 650 de acoso y hostigamiento sexual y más de 400 de violación.
A doce años de su creación, sus improductivos resultados obligan a replantear de manera urgente la Ley y la Alerta de Violencia de Genero.
El viacrucis que libran día a día las mujeres, es cada vez más complejo. En las 17 entidades donde se ha emitido la alerta, lejos de disminuir, los feminicidios han aumentado.
Claudia Sheinbaum, en su Primer Informe de Gobierno, negó estar en contra de la activación de la Alerta.
Sin embargo, sería una pésima señal que tanto el gobierno federal como el local no acataran la orden judicial. Emitirla, obligaría, como lo dijo la Jefa de Gobierno, a revisarla para evitar que siga siendo una simulación como en otras entidades.
Aunque, a decir verdad, la esperanza de erradicar la violencia contra las mujeres, es una meta que aún se ve lejana.