Por Sara Lovera
Marcela Lagarde, quien introdujo el concepto feminicidio en el país, dijo que el anuncio del Gobierno de la Ciudad de México de que “en un mes habrá medidas estratégicas para enfrentar al feminicidio”, es “abusivo, maltratador” y es una falta de respeto a las víctimas, a las familias que viven el feminicidio y violatorio a los derechos humanos.
Exigió al Estado el desarrollo y aplicación de políticas públicas con perspectiva de género “sin dilación”, que es un término jurídico, y mantener como lema trabajar por una vida libre de violencia contra las mujeres.
Lamentó que estos tiempos hayamos vuelto a la danza de las cifras, cuando muchas no tienen asidero científico y no reflejan lo que realmente sucede. También criticó muchos de los lemas utilizado como “no me mates” en las campañas para denunciar la violencia contra las mujeres.
Explicó claramente que es necesario entender que el Estado es el reproductor de una organización social patriarcal. Que es la sociedad la que forma a los hombres violentos “la sociedad festeja y enseña a los hombres como violentos”. Dijo que muchas mujeres aceptan esa situación.
Al abrir el Foro de Reflexión sobre el Feminicidio, en la torre de Humanidades de la UNAM, la exdiputada que logró la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, dijo que esa ley no es punitiva “eso le toca al Código Penal” y debe leerse bien, “se trata de una reforma del Estado”, en camino a una verdadera transformación.
Propuso iniciar acciones, “creativas y amables” para dar respuesta a ese lenguaje bélico – de la estrategia para enfrentar- y trabajar por el fin del feminicidio, como una meta. Consideró que hay dejar de pensar que se puede atemperar o disminuir, hay que erradicarlo, trabajando incansablemente por alcanzar la igualdad, pero ésta no entendida como identidad, “no se trata de ser como los hombres”, entender a la igualdad en un sentido de modernidad democrática.
Se opuso a la política de castigo. Por ello señaló que para erradicar la violencia contra las mujeres y su asesinato no puede estar restringida a una política punible. De lo que se trata es de desmantelar un sistema cultural y social patriarcal. Reiteró que es la sociedad la que mantiene esas malas relaciones entre hombres y mujeres.
Tal como es ella, una maestra, propuso a las participantes leer el significado original del feminicidio, a las maestras que le dieron cuerpo teórico, a la recomendación del Campo Algodonero que explica de qué se trata el feminicidio y señaló que no todos los feminicidios son idénticos.
Aprovechó el espacio, también para reiterar, que se avanza cuando se habla de hacer políticas desde una perspectiva de género, pero con frecuencia cuando se sabe quién las va a aplicar o quién va a capacitar, “me dan ganas de morirme”, criticó entonces la simulación.
Como lo ha señalado reiteradamente desde hace 15 años, Lagarde dijo que todavía hay personas que creen que el feminicidio solamente existe en Ciudad Juárez, por lo que se pronunció por difundir de qué se trata, dónde está y ampliar las redes como los observatorios. Puso de ejemplo el que existe en la Universidad Autónoma de Guerrero.
Llamó, finalmente, a no dejar de trabajar para poner fin al feminicidio. Si se puede, afirmó.