En medio de la incertidumbre que el ofrecido cambio de régimen ya desató en México, la agenda feminista sigue imparable generando grandes y celebrables noticias.
Es una agenda global que en nuestro país adquiere dimensiones de vanguardia, aún cuando no podemos dejar de reconocer los pendientes que nos agobian.
Lo cierto es que mientras visibilizamos injusticias y registramos testimonios de la desigualdad, el pensamiento feminista nos permite comprender cada vez mejor la urgencia de la democracia sustantiva, entendida como igualdad en los hechos, en la vida cotidiana.
Por eso no quiero dejar de compartir en este corte semanal, las poderosas reflexiones de la exalcaldesa de la ciudad de Madrid, Manuela Carmena, del partido Más Madrid, la formación más votada en las recientes elecciones, pero sin lograr la reelección, debido a la política de alianzas parlamentarias que ésta vez la desplazó por la suma de votos de los concejales del PP, Podemos y Vox.
Abogada laboralista, juez emérita, exvocal del Consejo General del Poder Judicial y exmilitante del Partido Comunista Español, posteriormente ligada a Izquierda Unida y al PSOE, este sábado 15 de junio, la alcaldesa postulada en 2015 por Ahora Madrid se despidió de su gestión municipal.
Fue una despedida muy relevante en este juego de alianzas porque, en los hechos, Manuela Carmena fue la más votada con el respaldo del 31 por ciento de los madrileños, apoyo que la convirtió en la gran ganadora derrotada.
Describo este contexto para que dimensionemos el valor de los pronunciamientos de la exalcaldesa, quien llamó a cuidar a la democracia por la vía del respeto a los adversarios políticos.
“Cuidar la democracia es saber que no podemos seguir insultándonos, injuriándonos. Incumplimos la primera regla de la democracia, que es respetarnos”, planteó.
“Cuidar la democracia como cuidamos los afectos, las amistades, los amores y también las instituciones, que es la estructura de paz que permite la vida social, nuestras ilusiones y el desarrollo personal”, propuso Manuela Carmena.
Habló la exalcaldesa de Madrid de la importancia de nunca olvidar lo mucho que ha costado la democracia y apeló a la bandera del movimiento feminista de la política de los cuidados y de sus avances, sin haber derramado una gota de violencia.
Estas reflexiones de Manuela Carmena eran para pedir a la administración entrante del PP que cuidaran su legado institucional, como una premisa de la democracia: el cuidado a lo bien hecho, a lo que finalmente pertenece a todos y no sólo a un partido.
FESTEJO EN LA ÁNGELA
El pronunciamiento de la española toma vigencia y significado para la comunidad feminista mexicana, independientemente de la adscripción partidista de sus integrantes.
Y es que también aquí políticas, activistas, funcionarias e impartidoras de justicia comprometidas con la igualdad han sabido cuidar los bienes construidos de manera colectiva, hasta alcanzar la paridad constitucional.
Con ese motivo, el lunes 17 de junio, hubo en el Ángel de la Independencia, un festejo que sumó igual a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, que a representantes de la pluralidad parlamentaria mexicana.
En representación del colectivo Mujeres en Plural, que desde hace una década protagoniza la defensa de la agenda de la igualdad, con el activismo de destacadas feministas de todos los ámbitos, Claudia Alonso Pesado, valoró así el logro legislativo del 6 de junio:
“Una nueva revolución silenciosa y progresiva se avecina, como sucedió hace 100 años cuando las mujeres fuimos accediendo, con sesgos, estereotipos y de modo clasista al conocimiento y la educación. Se nos fue reconociendo progresivamente inteligencia y capacidad”.
La senadora morenista Malú Mícher, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género y organizadora de esta convocatoria, celebró:
“Hoy, el Senado de la República, y esta hermosa columna de la Independencia, coronada por una Ángela victoriosa, se iluminan de morado. Son dos faros en este Paseo de la Reforma que nos recuerdan que el movimiento histórico por la paridad de nuestro país, después de siglo y medio, ha dado un paso trascendental (…) Es una aspiración basada en el convencimiento de que la igualdad entre mujeres y hombres es, simple y llanamente, una cuestión de justicia”.
RECOMENDACIÓN QUE REPARA
Y justicia fue lo que también esta semana, el miércoles 19, hizo la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) al emitir la primera recomendación que reconoce el delito de transfeminicidio.
Nuestra defensora capitalina, Nashieli Ramírez Hernández, pidió a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de CDMX pronunciar un acto público de disculpa y reconocimiento de responsabilidad en el caso de la muerte de Paola Buenrostro, porque en la investigación hubo falta de diligencia y de aplicación de perspectiva de género y enfoque diferenciado.
El mensaje de la presidenta de la CDDHH de la Ciudad de México, establece un precedente para todas las entidades:
“Las personas, todas, debemos poder acceder a la justicia en igualdad ante la ley y ningún grupo de personas puede ser sometida frente a otras. Cuando una institución invisibiliza la realidad, la vida, la identidad de las personas por ser trans, busca perpetuar el sometimiento que un grupo heteronormado ha impuesto sobre otro”, expuso Nashieli Ramírez Hernández.
He hizo un llamado que, sin duda, hará eco en el resto del país: “Es impostergable acelerar las estrategias para la construcción de una sociedad más justa y respetuosa de la orientación sexual, identidad de género – real o percibida – y diversidad corporal.
“Es necesario prevenir las situaciones de discriminación múltiple de las personas”.
Así, paso a paso, poco a poco, en medio de malas noticias, y resistencias, también institucionales, avanza en México la política de los cuidados, de la que todos debemos ser activistas, impulsores y destinatarios.
