Billie Eilish se ha convertido en una de las cantantes más destacadas del momento en el público adolescente gracias a éxitos como “Ocean Eyes” y “Bad Guy”. La joven de 17 años es una de las protagonistas de la nueva campaña ‘I speak my truth in #InMyCalvins’ (Digo la verdad en #EnMisCalvins) de Calvin Klein, junto a la rapera Chika Oranika, el actor Noah Centineo y el cantante Shawn Mendes.
Es famosa también por lucir un muy holgado guardarropa. Y en esta campaña da a conocer el motivo: no quiere que el mundo sepa todo sobre ella.
“Es por eso que llevo ropa holgada. Nadie puede opinar porque no han visto lo que hay debajo. Nadie puede decir: ‘ella es delgada-gruesa’, ‘ella no es delgada-gruesa’, ‘tiene un culo plano’ ‘, tiene un culo gordo”, se escucha con su voz en off durante el video.
Unos días después refrendó esta vocación en Instagram, donde tiene casi 23 millones de seguidores, ante quienes compartió otro conjunto poco ajustado con estampas de las Chicas Superpoderosas.
Esta no es la primera vez que la vocalista californiana externa preocupación por el tema.
En una entrevista en meses pasados para la revista británica New Musical Express (NME) comentó: “Si yo fuera un hombre y estuviera usando esta ropa holgada, nadie me miraría. Hay gente afuera diciendo: ‘¡Vístete como una niña por una vez! Usa ropa ajustada, serías mucho más bonita y tu carrera sería mucho mejor’. No, no lo haría. Literalmente no lo haría”.
Sus declaraciones cobraron fuerza con la campaña de Calvin Klein. Billie Eilish considera que, al no conocer cómo es su cuerpo en realidad, la gente es incapaz de criticar algo que es un misterio, por lo que ésta ha sido su mejor opción para protegerse de la opinión pública.
Pero justo estas declaraciones nos ponen el foco en que las mujeres no sólo luchamos contra la sexualización del cuerpo sino también contra el body shaming, algo que no ha sido tan discutido, pero forma parte del acoso también.
El término body shaming significa en español, literalmente, avergonzar a alguien por su cuerpo. Sin duda, el body shaming a través de las redes es el que más fuerza e impacto ha cobrado hoy en día.
La tendencia a burlarse del cuerpo surgió hace tiempo entre las celebridades, actrices y deportistas famosos, quienes a través de sus “fan page” son juzgados por sus seguidores o los medios masivos de comunicación cuando llegan a subir de peso o son captados por fotógrafos en posiciones poco favorecedoras.
Hoy en día, no es necesario ser famoso para sufrir este acoso en redes, pero puede manifestarse de diferentes maneras. Por ejemplo, cuando alguien critica nuestra apariencia comparándola con la de alguien más sin que importe nuestra opinión. El objetivo es hacernos sentir vergüenza de quiénes somos.
Estamos demasiado acostumbradas a recibir comentarios como: “te veías mejor con el pelo largo/corto/rubio/castaño” que no percibimos que no son halagos, sino críticas a nuestra apariencia personal. Los medios de comunicación propagan artículos en los que nos ofrecen cambiar nuestro abdomen, piel, caderas, etcétera. Y si bien no hay nada de malo en buscar cambios en nuestro físico, si es nocivo para nuestra identidad cuando la motivación viene para satisfacer el canon de belleza y los estereotipos corporales.
Pocas mujeres hemos escapado de sentir esta presión e incluso inseguridad por nuestro cuerpo. Es hora de que el empoderamiento nos dé para no ser limitadas en nuestra apariencia, sin miedos, y que el diámetro de nuestra cintura no determine el tamaño de nuestra autoestima.