Las mujeres han conseguido romper el techo de cristal en la investigación científica, aunque prevalecen los roles y estereotipos.
El género femenino ha logrado incursionar exitosamente en el mundo de la ciencia y la tecnología en México y en el mundo. Datos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) revelan que el 36 por ciento de las personas que integran el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) está conformado por mujeres.
Este crecimiento ha sido paulatino pero consistente, si tomamos en cuenta que, en 1984, de mil 386 investigadores del SNI, sólo 283 eran mujeres. De acuerdo con la UNESCO, el 45 por ciento de las personas que hacen investigación y tecnología en América Latina y El Caribe son mujeres, indicador que supera a Oceanía con el 39 por ciento; África y Europa con el 34, y Asia con el 18 por ciento de mujeres científicas.
Aunque aún hay mucho por hacer, merece toda una celebración el avance científico que lideró la investigadora mexicana Eva Ramón Gallegos, quien logró eliminar en un 100 por ciento el Virus del Papiloma Humano (VPH) en 29 mujeres.
La información que ha dado la vuelta al mundo y ha rebasado las fronteras de las revistas especializadas, revela que los investigadores de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) lograron eliminar el VPH de un grupo de mujeres que eran portadoras y de quienes ya tenían lesiones en el cuello cervicouterino.
El tratamiento consistió en la aplicación de un fármaco llamado “ácido delta aminolevulínico” en el cuello del útero de las mujeres.
Aunque en México han disminuido las defunciones por cáncer cervicouterino, el VPH es la segunda causa de muerte en las mujeres de 50 a 59 años de edad. La mayoría de las veces se presenta a los 49 años, pero el riesgo se incrementa a partir de los 35.
El censo del Inegi sobre Mujeres y Hombres 2015 detalla que entre 2001 y 2017, la tasa de mortalidad bajó de 18 a 10.9 defunciones por cada 100 mil mujeres de 25 y más años de edad.
El propio Instituto Nacional de Cancerología (INCAN) reveló el año pasado que en México se registran entre cuatro mil y seis mil casos al año, y al día fallecen entre 11 y 13 pacientes.
Así es que la investigación exitosa de la Doctora Eva Ramón Gallegos debe ser motivo de festejo porque representa un avance en la salud y calidad de vida de las mujeres y además, porque se convierte en un logro destacado para un género obligado a lidiar muchas barreras.
Hacemos votos porque la Doctora Eva Ramón Gallegos se convierta en un referente de éxito, lucha y superación para las nuevas generaciones de mujeres que incursionan en el estudio y desarrollo de las disciplinas científicas –como la física, las matemáticas y las ingenierías–, que tradicionalmente habían sido estudiadas por hombres.
Nuestro reconocimiento para la Doctora Eva Ramón Gallegos, quien lideró los trabajos de investigación del IPN para eliminar el VPH de un grupo de mujeres portadoras; y para Rosaura Ruiz Gutiérrez, directora de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y quien fue la primera presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Así como para María Elena Álvarez-Buylla, miembro nivel III del SNI y quien ha ganado diversos premios internacionales como el American Botanical Society, quien ahora es la titular del Conacyt.
Todas ellas, mujeres, científicas y mexicanas motivo de orgullo nacional.