Felipe Calderón renunció, por fin, al Partido Acción Nacional. Después de años de amenazas de que se iba, por fin la cumplió.
Calderón fue presidente del PAN y, bajo sus siglas, compitió por la presidencia de México. Por un resultado polémico, se quedó con el cargo por seis años.
Hay quienes hoy se preguntan qué representa para el PAN que Calderón se haya ido y qué será de Calderón sin el PAN. El talante del expresidente panista hace pensar que su renuncia fue lo mejor para los dos, aunque creo que el PAN, gana un poco más.
Felipe Calderón va a construir un nuevo partido. Podemos vaticinar que será el partido de un solo hombre. Así se los dijo, en mayo de 1996, Castillo en carta a Calderón en la que le decía: “Me preocupó sobremanera un par de expresiones utilizadas por ti durante nuestra más reciente conversación en tu oficina provisional. La primera fue: “Si no me meto, no me hacen caso”; la segunda: “No he encontrado mi alter ego” … Tu naturaleza, tu temperamento es ser desconfiado hasta de tu sombra. Si te dejas llevar por ése, entonces no te asustes de no contar ni con tu sombra: ella misma se dará cuenta que es sombra, pero que no es tuya; será sombra para sí, no contigo, no tuya”. Castillo Peraza le advertía que, entonces, todos los triunfos del PAN serían de él, pero las derrotas, solamente las cargaría a él. El partido de un solo hombre.
Años después, se volvió a pelear con otro que fuera uno de sus más cercanos colaboradores: Juan Molinar Horcasitas.
El exdirector del Seguro Social le recordaba a Calderón que habían acordado que los miembros del gabinete presidencial podrían participar apoyando a quien quisieran en la contienda interna del PAN, en la que Gustavo Madero resultó ganador y al que apoyó Molinar. Ante la derrota, Calderón amenazaba con la renuncia.
Por eso, Molinar Horcasitas le escribió: “¿Por qué entonces esta confrontación? Porque hemos tenido diferencias importantes en nuestra militancia partidista… Yo apoyé activamente a Madero, tú te opusiste a él… Nuestras diferencias partidarias crecieron progresivamente hasta llegar a un punto delicado cuando públicamente has dicho que estás considerando formar un nuevo partido, si el PAN no se reforma”. Cabe mencionar que Felipe Calderón, como presidente de la República, le impuso al PAN dos presidentes: Germán Martínez y a César Nava.
Hombre de desconfianza, de caprichos, autoritario es Calderón.
En su carta de renuncia, Calderón dice: “La camarilla que controla al partido ha abandonado por completo los principios fundamentales, las ideas básicas y las propuestas del PAN… el consorcio que controla el PAN, ha destruido la democracia interna, llegando al extremo de que durante los últimos años ninguna de las candidaturas relevantes del partido ha sido electa”.
A la renuncia de Calderón, y los presuntos motivos que los llevaron a renunciar al PAN, hubo respuesta de sus actuales dirigentes: “Nos sorprende, sin embargo, que alguien con su capacidad no esboce la más mínima autocrítica por los errores que señala, muchos de los cuales comenzaron a incubarse y a potenciarse precisamente cuando él, como presidente de la República, tenía el control total del partido”.
Calderón se fue del PAN e inicia una aventura para formar un nuevo partido. Hay dinero de poderosos intereses que financiarán la nueva formación política, pero hay que esperar a que, cuando vayan a cada uno de los 300 distritos del país, se le recuerde a Calderón que es él, y solo él, el responsable de la crisis de derechos humanos, de inseguridad y de violencia que vive, y vivirá por varios años más, México.